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Venezuela, los retos de una guerra económica

A la guerra económico-financiera de la derecha, el gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con otras medidas que han permitido salvar las conquistas sociales


Miércoles 11 de Enero de 2017 | 01:00:00 AM 

Autor

Hedelberto López Blanch

La guerra económico-financiera de las fuerzas de derecha contra Venezuela no se detiene, pero contra cada acción, el gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con otras medidas que le han permitido salvar las conquistas sociales a favor del pueblo en los 17 años de Revolución Bolivariana.

No ha existido ni un momento de respiro para la patria de Bolívar desde que en 1999 el presidente Hugo Chávez llegó al poder. Después esos retos se intensificaron tras la toma de posición de Nicolás Maduro en 2013.

Muchos analistas se preguntan cómo Venezuela ha podido resistir los violentos sabotajes económicos contra el Gobierno, los cuales en América Latina solo tienen como antecedente a Cuba que ha soportado 57 años de bloqueo económico-financiero impuesto por Estados Unidos.

Con el apoyo de la oligarquía criolla y de los poderosos medios de comunicación occidentales, la Revolución Bolivariana ha sufrido numerosos ataques que van desde intentos de golpes de Estado, atentados contra la producción petrolera, acaparamiento de alimentos y medicinas, contrabando de mercancías hacia las fronteras, hasta violentas campañas de desinformación.

En una comparecencia televisiva a principios del presente mes de enero, Maduro señaló: “Mantenemos a un país funcionando más allá de los sabotajes, por eso Venezuela no se somete más nunca al Fondo Monetario Internacional. Somos un país libre y cada vez debemos ser más libres con el desarrollo de las fuerzas productivas y económicas del país”.

Las presiones contra el Gobierno tomaron fuerza tras el triunfo de la derecha venezolana en las elecciones de diciembre de 2015 que le dio mayoría en el Parlamento. El resultado parlamentario se debió a la ofensiva desestabilizadora de la derecha nacional e internacional dirigida desde Estados Unidos y Europa Occidental.

Tal situación motivó que capas populares dieran la espalda a Maduro con la ingenua creencia de que las fuerzas integradas en el Movimiento de Unidad Democrática (MUD) le podrían revertir la pérdida de la estabilidad alimentaria.

Como manifiestan algunos analistas, en ese momento muchas personas pensaron con el estómago, lo que hubiera podido eliminar todos los avances sociales para beneficio del pueblo a partir de 1999.

Durante el año 2016 dos grandes planes de desestabilización fueron puestos en acción por las fuerzas opositoras de derecha de la llamada MUD.

El primero fue estimular y mantener constantemente el desabastecimiento de alimentos, útiles del hogar, productos de primera necesidad y hasta de combustible, con la complicidad de numerosos productores privados y dueños de almacenes, cuya finalidad es crear incertidumbre y provocar hambre entre la población y culpar al gobierno.

Como las grandes distribuidoras se encuentran en manos de la oligarquía se impulsó el contrabando de artículos imprescindibles (nacionales o importados) hacia Colombia con la colaboración de narcotraficantes que operan en la frontera. Esta operación recibió una respuesta del Estado y de las Fuerzas Armadas que lograron neutralizarla.

Para contrarrestar las carestías provocadas se crearon los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) que abastecen con productos de primera necesidad a 4 000 000 de núcleos familiares, y se estima que en el transcurso del año se beneficiarán cerca de 24 000 000 de personas.

La otra táctica fue buscar un golpe financiero que primero comenzó desde el exterior al cortar los países occidentales (siempre encabezados por EE.UU.) las inversiones y préstamos a la nación sudamericana.

En días recientes, Maduro informó que neutralizaron una extensa maniobra protagonizada por banqueros, dirigentes políticos de la MUD y mafias de Cúcuta y Maicao (municipios colombianos) que trasladaron enormes cantidades de billetes de 100 bolívares hacia Colombia donde se “lavaban”, entre otros motivos para falsificar dólares. Se lograron recuperar más de 4 300 millones de bolívares.

El Gobierno ha tenido que invertir cuantiosas divisas convertibles para fabricar, en el exterior, nuevos pesos de diferentes denominaciones que llegaron con atrasos al país debido a un sabotaje internacional.

El último acontecimiento de la oposición parlamentaria fue declarar al presidente Maduro en abandono de funciones para sacarlo del puesto, lo que rechazó el Tribunal Supremo por inconstitucional.

La intentona tenía los mismos visos de los golpes parlamentarios que se han realizado en los últimos tiempos contra los presidentes Fernando Lugo, de Paraguay y Dilma Rouseff, de Brasil.

La razón de la ofensiva desatada por las minorías adineradas de América Latina con el respaldo de las potencias occidentales es para frenar las políticas sociales y económicas a favor de los pueblos lo cual está en plena contradicción con el neoliberalismo y el sistema capitalista.

En los 17 años transcurridos, la Revolución Bolivariana gratuitamente ha restablecido la visión a miles de ciudadanos; ofrece servicios de salud a toda la población; logró alfabetizar a millones de habitantes los que pueden continuar estudios hasta la universidad; ha entregado más de 1 300 000 viviendas completamente amuebladas a familias que ya no viven en condiciones infrahumanas.

Hasta ahora, tanto el Gobierno de Hugo Chávez como el de Nicolás Maduro, con el apoyo del pueblo, han logrado revertir los constantes ataques económicos y financieros que les impusieron pero no cabe duda de que en el futuro persistirán los desafíos.

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