A principios de enero, la Unión Europea dictó severas sanciones contra la República Islámica de Irán, que incluían congelar los activos del banco central del país y un embargo petrolero que debería comenzar a aplicarse en julio próximo.

Entonces, el ministro de petróleo iraní, Rostam Qassemi, no demoró en advertir ayer que "podría suspender sus exportaciones de crudo a países europeos hostiles", sobre la base de que las 27 naciones del bloque consumen 18 % de las exportaciones iraníes de petróleo.

El hecho de que Irán escogiera concentrarse en Gran Bretaña y Francia puede interpretarse como una decisión política para castigar a gobiernos que apoyan las sanciones más duras contra su programa nuclear. De ahí que el anunció de este domingo irrumpe después de una ola de afirmaciones contradictorias por parte de Irán sobre las represalias contra la UE por imponer un boicot al crudo iraní.

La semana pasada, por ejemplo, medios de prensa estatales informaron que Irán pensaba cesar sus exportaciones de crudo a seis países de la UE, incluyendo Francia, aunque luego otros reportes dijeron que esos países fueron solamente "informadas" de que la nación persa "no tiene problema alguno en reemplazarlas con otros clientes para sus exportaciones a Europa..."

En el caso que nos ocupa -Reino Unido y Francia-, quizá la respuesta no tenga consecuencias muy severas tomando en cuenta que ambos habían reducido categóricamente su dependencia al crudo iraní, al extremo de representar hoy algo menos de 3 % de sus demandas diarias.

Vale recordar que desde finales de noviembre pasado, Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña aprobaron sanciones unilaterales contra el sector financiero y energético persa, a las que se sumó el 23 de enero la UE luego de anunciar el embargo del crudo a partir de la segunda mitad de este año.

Irán puede superar el bloqueo petrolero

Antes de que concluyera 2011, el analista internacional Txente Redondo había advertido que "la Unión Europea va a quedar gravemente dañada con la política de seguimiento de las directrices de Washington", en alusión al acuerdo europeo de establecer un embargo a las importaciones petroleras iraníes, aunque estima que Europa aplazó la introducción del embargo para que los países de la UE más dependientes de los hidrocarburos iraníes, dispusieran de un margen para hallar nuevos proveedores.

Como ha quedado bien claro, la contrarréplica iraní, si bien no afectará de manera drástica a Francia y Albión, sí puede traerle serios quebraderos de cabeza a los gobernantes de otras naciones de la Vieja Europa, cuyas economías son puestas casi a diario en la picota pública por las tres principales agencias calificadoras del globo, "casualmente" estadounidenses.

Sin embargo, el experto consideró que el principal atizador de esta política, Estados Unidos, "no va a perder nada, debido a que no depende del petróleo de la República Islámica y no lo importa desde hace unos 30 años..."

Las sanciones de la UE, junto con otras medidas punitivas impuestas por Estados Unidos, fueron parte de las gestiones occidentales contra el sector energético iraní para frenar el supuesto programa nuclear de Teherán, que el país persa ha dicho una y otra vez que es con propósitos pacíficos.

Alí Reza Nikzad-Rahbar, vocero del ministerio de Petróleo iraní, también anunció ayer en la ciberpágina de ese organismo que "tenemos nuestros clientes y reemplazamos ya a las empresas de Gran Bretaña y Francia con otras firmas", Agregó que la Compañía Nacional de Petróleo Iraní ha enviado cartas a algunas refinerías europeas con un ultimátum para firmar contratos a largo plazo de dos a cinco años, o enfrentar el cese.

Ahora bien, el boomerang iraní ya está en el aire, y estados europeos como Grecia, España e Italia, cuyas importaciones de petróleo dependen en cerca de 14 % de su crudo, se verán en una situación muy crítica pues inevitablemente se les acabará el tiempo antes de encontrar una alternativa.

Por último, resulta saludable recordar que este nuevo capítulo de la guerra económica contra la República Islámica de Irán no tiene las connotaciones que la prensa internacional le imprime, pues el grueso de las exportaciones de su petróleo se dirigen a Corea del Sur, Japón, China e India, mientras que los Gobiernos de estos dos países ya le han solicitado mayores volúmenes de crudo. Vaya, algo que nos recuerda a los perros ladrándole a la Luna, ¿no cree usted?