Miércoles
24 de Abril  2024 

Labiofam: el porqué de las cosas

La primera de las tres grandes plantas para la producción de bioproductos dejará en breve de ser un deseo para convertirse en la materialización práctica de la ciencia cubana


Jueves 23 de Marzo de 2023 | 11:22:26 AM 

Autor

Raquel Sierra

El día está cada vez más cerca. El Grupo Empresarial Labiofam avanza en la puesta en marcha de una moderna industria de alta tecnología para la producción de bioproductos que tendrán un alto impacto en la agricultura cubana.

Según Teobaldo Cruz Méndez, director del complejo industrial Labiofam, actualmente se están poniendo en marcha dos plantas, una de fermentación sumergida y otra de de fermentación bifásica. La primera tiene una capacidad nominal de 5 800 000 de caldo fermentado al año; en tanto, la segunda, podrá producir 1 080 toneladas de rodenticida biológico.

“Todo se basa en procesos naturales, o sea, son microorganismos naturales no dañinos a la salud humana y que se utilizan tanto para el control de vectores y de la salud, como para los procesos agrícolas”, dijo.

Los bioproductos, detalló, se dividen fundamentalmente en bioplaguicidas, biolarvicidas, biofertilizantes y bioestimulantes y todo esto lo producirá el complejo, que se utilizará en “paquetes tecnológicos que van a suplir en el campo el uso de productos químicos, más agresivos y más costosos. Con el uso de los bioproductos se busca alcanzar rendimientos superiores y mayor efectividad en los procesos agrícolas”.

Largo camino

Esta posibilidad no cayó del cielo. Según el director del complejo, durante muchos años la ciencia cubana ha ido desarrollando  productos, aunque hasta ahora no existía una industria para su escalado. “Esta es una idea que viene de Fidel desde la década de los 80 y los 90”, recordó.

En esos años, el país hizo las primeras plantas, de pequeño formato: en Güira, Güines, después en Sancti Spíritus y la última, en Matanzas, para la producción local. “Hay mucha investigación y mucha tecnología con posibilidades de hacer escaladas industriales para aplicar los resultados en la agricultura cubana, e  inclusive,  poder hacer paquetes para exportar estos productos y que se cumplan demandas en el exterior”.

Ubicada en Avenida Independencia, en el municipio Boyeros y con una extensión de 46 522 metros cuadrados, el complejo industrial de La Habana está terminado y en proceso de puesta en marcha. Lo componen un bloque de producción de bioproductos, bioterio, bloque de servicios ingenieros y sendas plantas de síntesis química y de tratamiento de Residuales.

Entre las fortalezas del complejo se encuentran la capacidad tecnológica instalada para la producción, fabricación de envases propios, insectario, especialistas graduados en varias disciplinas técnicas, cumplimiento en los diseños de las buenas prácticas de producción y de laboratorio en todos los procedimientos y flujos de producción diseñados de acuerdo con las regulaciones internacionales vigentes para la industria biotecnológica.

La planta ha suscrito convenios de desarrollo con diferentes instituciones docentes y de ciencia del país entre estas la Dirección de Sanidad Vegetal y el Instituto de Investigaciones en Sanidad Vegetal, la Dirección de Suelos y el Instituto de Investigaciones de Suelos, el Instituto de Investigaciones de Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca), del grupo AZCUBA, la Universidad de la Habana, el grupo  BioCubaFarma, la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio  Echeverría (Cujae) y la Universidad Hermanos Saiz, de Pinar del Rio.

Proyecto en grande

El proyecto de bioproductos se compone de tres plantas fundamentales: el complejo industrial Habana, otra planta está en Villa Clara y una tercera, en el oriente del país, en la provincia de Granma;  la planta de Villa Clara está al 87 % y se trabaja por terminarla este año, y la de Granma se encuentra a un 15 %, en fase de movimiento de tierra y construcción”.

De acuerdo con el directivo, todos los productos de estas plantas deben cubrir entre 800 000 hectáreas a 1 200 000 hectáreas de cultivo, pero no funcionan por sí solas, los bioproductos en el país tienen dos actores fundamentales: AZCUBA, que posee una planta industrial de escalado medio en Dos Ríos, y trabaja en Cuba 10, en el Icidca, y Labiofam: que cuenta con las de Güira, Güines, Matanzas, Sancti Spíritus y los tres grandes complejos (La Habana, Villa Clara y Granma).

“Estas dos organizaciones tienen firmado un convenio de desarrollo, donde estamos haciendo pool de paquetes tecnológicos para poder llegar a los agricultores y  ponerlo a disposición del campo, con lo que se cerraría el ciclo, desde el inicio del proceso hasta que se aplica el servicio”, dijo.

Para Cruz Méndez, uno de los mayores valores de esta inversión es que se ha terminado sin financiamiento externo y sin asesoría extranjera. “Todo lo que se ha hecho ahí es la voluntad de un grupo de cubanos, pero lo mejor que tiene es que ese grupo de 145 personas -es una planta enorme, pero muy automatizada-, no promedia 35 años.

“Tiene el mérito de que a un grupo de jóvenes, la mayoría recién graduados de la universidad, se les dio la tarea de resolver los problemas de esa planta y hoy ya la tienen funcionando y lo han hecho en tiempo, ha sido una escuela para ellos”.

Otro de los valores de esta planta es que elimina importaciones, pues “puede sustituir entre un 50 y un 60 % de los agroquímicos que requiere la agricultura cubana”. Cuando esté en pleno funcionamiento, permitirá la utilización combinada de estos bioproductos con otros recursos naturales en el país, por ejemplo, las agromenas: fertilizante órgano mineral, mezcla de zeolita con fosforita, de las que el país tiene experiencias a partir de investigaciones realizadas a lo largo de los años.

A juicio de Cruz Méndez, las investigaciones tendrán valor de uso cuando, con el incremento de los rendimientos por hectárea, veamos retornar los productos agrícolas y empiecen a aliviar la importación de alimentos como los granos, el arroz y algunos frutales.

“Pensamos que ya este año empiecen a llegar los resultados de la planta y estamos trabajando a la par para poner productos en el exterior y que vayamos creciendo de manera tal que los bioproductos sean autosostenibles y garanticen su propio financiamiento”.

 

Bioproductos

Bioplaguicidas

- Bacillus thuringiensis kurstaki cepa LBT-13, tiene función acaricida y se emplea en cítricos, ají, ajo, tomate y plátano

- Bacillus thuringiensis varkurstaki H-3 cepa LBT-24, es un insecticida efectivo en col, berro, yuca, boniato, papa, tabaco, maíz y pastos

- Bacillus thuringiensis varisraelensis H-3 cepa LBT-25, es un nematicida, empleado en tomate, lechuga y pimienta

- Bacillus thuringiensis varkurstaki H-3 cepa LBT-26, cumple función insecticida y se usa en col, berro, yuca, boniato, papa, tabaco, maíz y pastos

Biofertilizantes

- Pseudomonafluorescens es solubilizador del fósforo y estimulador del crecimiento vegetal

- Azotobacter chroococcum, fija nitrógeno, estimulador del crecimiento vegetal

- Bradyrhizobium elkanii  es un nematicida

- Rhyzobium sp, favorece la germinación

Bioproductos para el control de vectores

Bactivec (Bacillus thuringiensis SH-14) y Griselesf (Bacillus sphaericus 2362), controlan larvas de mosquitos de los géneros Aedes, Culex, Anopheles, Psorophora, Mansonia, Uranotaenia y moscas negras

Bioproductos para el control de plagas

Biorat: control de ratas y ratones de las familias Muridae y Cricetidae

 

 

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