Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:51 pm
Ante la caída de los rendimientos por la falta de los insumos que demanda la tierra, la agricultura se propuso sembrar mayores áreas para tratar de obtener cosechas parecidas a las de años anteriores. Esto, sin embargo, no asegura que se alcancen las cosechas deseadas.
“Ante la caída de los rendimientos, hay que sembrar más áreas”, explicó en conferencia de prensa Juan Carlos Anzardo Ávila, jefe de Hortalizas y Cultivos Protegidos del Grupo Agrícola (GAG).
Datos proporcionados por dicho grupo indican que en sus tierras, del plan de siembras se alcanzaron 43 574 hectáreas, por encima de las 43 574 proyectadas. Por productos, se cumplió la papa, el boniato quedó al 84,9 %, la malanga, al 80 %, y el ñame, al 65 %, debido a limitaciones de insumos y diésel, informó Anzardo Ávila.
Un cultivo como la yuca, más rústico y resistente a condiciones extremas, tuvo mejor comportamiento, al quedar plantadas 23 513 hectáreas, 1 828 por encima de las previstas para la etapa. En tanto, pudieron sembrarse las cifras pronosticadas para el plátano, cultivo en el que se alcanzaron 9 157 hectáreas, un 2 % superior a lo acordado para la etapa.
Según explicó Anzardo, en el caso de las hortalizas, la campaña de frío se cumplió al cierre del primer trimestre al 98 % y los mayores incumplimientos en la campaña se registraron en el ajo (68%), el pimiento (76), col (77), col china (38) y zanahoria (48). Estos incumplimientos se atribuyen a los atrasos en la preparación de tierras por las limitaciones en el combustible, la incidencia de las condiciones atmosféricas, pérdida de áreas de semilleros debido a las lluvias, los excesos de humedad y los ataques de plagas, que demandó sembrar nuevamente los semilleros, que incidió en la siembra tardía de algunos cultivos hortícolas a inicios de 2021.
Aunque debido a la creciente demanda, los productos aun resultan insuficientes en el mercado, se sobrepasaron los volúmenes esperados de alimentos como yuca, boniato y ñame. Según se conoció, se incumplió el plátano, lo que se atribuye, en parte, a la falta de fertilización a las áreas de cultivo “El clima y la falta de insumos no favorecen que los cultivos expresen su mayor potencial productivo”, destacó.
Por otra parte, tuvieron impactos negativos las limitaciones en la disponibilidad de acaricidas para poner a raya a los ácaros y thrips que atacaron los campos de pimiento, así como de los insecticidas y fungicidas necesarios para el control de plagas en el ajo.
En el caso de la campaña de primavera, las causas del atraso registrado hasta el cierre de marzo son la intensa sequía de los últimos meses, la prevalencia de áreas de secano para la ejecución de la siembra, la escasa disponibilidad de combustible para el acondicionamiento de las áreas y la extensión del plazo para el fin de la campaña de papa, lo que impide la rotación con los cultivos planificados que se encuentran ubicadas en áreas de secano.
Muchos piensan que exportar limita la disponibilidad de productos para el consumo interno. No lo ve así el jefe de Hortalizas y Cultivos Protegidos del Grupo Agrícola. Según explica, de un campo que produce con destino a la exportación, debido a los requisitos de los rubros exportables, sobre todo, el tamaño, solo puede comercializarse en el mercado internacional el 30 %, mientras que el resto, va a los mercados agropecuarios locales.
Al respecto, Anzardo puso algunos ejemplos: cuando la piña MD2 excede el calibre pactado para su exportación, los productos más grandes deben ser industrializados, porque, a diferencia de los consumidores nacionales, los foráneos prefieren los frutos pequeños, que puedan ser consumidos en una sola vez. Mientras, en una ocasión que se quiso exportar melones, se presentaron los más hermosos y de mayores dimensiones, que provocó fueran desechados al instante por los eventuales compradores.
Con esas pistas sobre la mesa, el Grupo Agrícola continua a la caza de nuevas oportunidades de exportación, que le reporta a las empresas productoras ingresos en divisas que, a raíz de las nuevas pautas económicas, les permiten acceder a fertilizantes, medios de producción y muchos otros insumos, cuya adquisición requiere el respaldo de moneda libremente convertible (mlc).
Pese a las restricciones que impone la Covid-19 y los obstáculos que representa el bloqueo económico estadounidense que se extiende por más de seis décadas, que limita el acceso al país de embarcaciones que luego no podrán tocar tierra en Estados Unidos por seis meses, Cuba continúa abriéndose “paso en destinos como Europa y Canadá, y mientras el carbón vegetal sigue siendo el líder, el sector agrícola incursiona en otros productos potenciales, una muestra es el chile habanero”, destacó Anzardo.
Entre los productos que el país continúa exportando se encuentran el carbón, el chile habanero –con alta rentabilidad por su proceso de producción y comercialización-, se encuentran también, en menor volumen, otros como jengibre, boniato de masa naranja y berenjena, además de cúrcuma.
La pezuña peluda del bloqueo
A las limitaciones financieras para la adquisición de recursos imprescindibles y las deficiencias e ineficiencias reconocidas, se une el impacto de las restricciones y persecuciones desde Estados Unidos.
Según dio a conocer el Ministerio de la Agricultura, los principales impactos provocados por el bloqueo se encuentran en la compra de insumos necesarios para la producción de los diferentes cultivos (fertilizantes y plaguicidas); las limitaciones en las importaciones de partes, piezas y agregados para la reparación de la maquinaria, cosechadoras y demás implementos agrícolas.
Estas afectaciones se suman a las relacionadas con la compra de combustible y por la persecución y sanciones a las entidades extranjeras interesadas en invertir en Cuba o a las que realizan transacciones financieras.
Pese a las adversidades, el Grupo Agrícola espera alcanzar al cierre del 2021 una 640 000 toneladas de viandas, aunque se anticipó que, debido a las causas mencionadas, se prevén incumplimientos en tubérculos y raíces.
Tras la adopción de las medidas referidas a la producción agropecuaria y la comercialización, de constituir una estas un verdadero estímulo a las fuerzas productivas, y de concretarse el incremento de las áreas a sembrar, podrían esperarse algunos movimientos en los resultados productivos, que compensen lo que se deja de obtener por la baja en los rendimientos. De ello, dependerá nuevamente, el menú que llegue al plato.
