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28 de Marzo  2024 

Avanza Centro de Desove del Camarón en Manzanillo

Cumple al 123 % su plan de producción en los primeros cuatro meses del presente año


Miércoles 12 de Mayo de 2021 | 12:00:00 AM 

Autor

Amado de la Rosa Labrada

El Centro de Desove del Camarón (CDC) de Manzanillo, único de su tipo en el oriente cubano, cumplió al 123 % su plan de producción de enero a abril, resultado que augura el éxito de este colectivo en el empeño de entregar al cierre del presente año 215 millones de larvas para la cría artificial de ese crustáceo.

Los 80 trabajadores de esta entidad varias veces vanguardia nacional laboran decididamente para cumplir los objetivos propuestos en medio de la situación económica que afronta el país, agravada por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19.

Esta Unidad Empresarial de Base (UEB), inaugurada por Fidel Castro Ruz el 19 de diciembre de 1986, sobresale por su eficiencia en el abastecimiento de estas simientes a unidades camaroneras SAROS de Las Tunas, CULTISUR de Camagüey, GUAJACA de Holguín, CULTIZAZA en Sancti Spíritus y a CALISUR, la mayor de su tipo en el país, ubicada en el municipio granmense de Río Cauto que recibe 70% de sus obtenciones.

En información del periodista Eliexer Peláez Pacheco publicada en el sitio www.radiogranma.icrt.cu se destaca que en este CDC se vela por el estricto cumplimiento de las actuales medidas higiénicas sanitarias, las que fortalecen los protocolos que allí existen desde su inauguración.

La institución cuenta con siete áreas dedicadas a las labores de cría y precría, donde se desarrollan las larvas, incluida una con ambiente semejante al medio natural. La Unidad manzanillera es reconocida en el país por sus altos resultados productivos anuales y sobresale en los avances tecnológicos y la atención al hombre, frentes que respaldan las entregas planificadas por años.

Espacio esencial

De manera particular destaca su departamento de fitoplancton, que se convierte en espacio esencial para la alimentación de los pequeños camarones, y un laboratorio, desde donde se da seguimiento a todo el proceso de desarrollo de los referidos crustáceos.

Su misión fundamental se centra en la cría y precría, donde se desarrollan las larvas, procesos atendidos por un colectivo de trabajadores experimentados, entre ellos varios fundadores y una mayoría de especialistas y obreros de larga experiencia de trabajo.

Mantiene además convenios de colaboración con la Universidad de Granma, una de las filiales de la casa de altos estudios en La Habana, y el Centro Nacional de Investigaciones Pesqueras, los cuales favorecen el desarrollo científico técnico de la entidad.

Ubicado a seis kilómetros de la Ciudad del Golfo y a orillas del Guacanayabo, según directivos de la entidad esta se distingue por el sentido de pertenencia, entrega y profesionalidad de su colectivo, convertido en baluarte y referencia de la Empresa para el cultivo del Camarón y del Ministerio de la Industria Alimentaria.

Biólogos, médicos veterinarios, ingenieros, economistas, choferes, mecánicos, se superan a diario para sobrepasar sus marcas y en desafío al tiempo permanecen allí las 24 horas como garantía de un ritmo productivo eficiente, donde cualquier fallo puede costar la vitalidad de esos seres vivos y, por consiguiente, de la industria.

Una cría ideal

A pesar de que los peces pueden resistir altas temperaturas, crecer rápidamente y desarrollarse con ímpetu en algunos grados de sal y en muchos tipos de comida vegetal, los camarones artificiales han sido probados como una cría ideal.

Aunque la apariencia física del camarón artificial no es tan atractiva como la del camarón ordinario cuando está vivo, los dos se ponen rojizos al ser cocidos. Los que crían los camarones tienen que prestar atención al clima, la cantidad de lluvia, la temperatura del agua, la salinidad y el cambio de las mareas.

Según los especialistas, el agua de mar requerida por los tanques tiene que ser bombeada y filtrada. En esos se instalan máquinas para dar aire al líquido, lo cual asegura suficientemente las provisiones de oxígeno.

En la cría de camarones, los productores directos deben cuidar las temperaturas y el agua del mar, y sobre todo evitar las enfermedades. Toda precaución es poca con la posibilidad real de supervivencia.

La cría de camarones y langostinos en ambientes naturales o seminaturales tiene tres fases principales: maduración y reproducción; desove y cría desde huevo a poslarvas; engorde desde poslarvas a tamaño comercial.

Expertos en el tema destacan que esta actividad puede encararse de diversas maneras de acuerdo con el nivel de inversión que se quiera realizar y al conocimiento que se tenga de la especie a cultivar en cuanto a su biología, ecología, migraciones, hábitos y otros.

No obstante, se asegura que es posible completar el ciclo en cautiverio; traer hembras ovadas del mar, criar las larvas y realizar engorde hasta alcanzar la talla comercial; capturar poslarvas y/o juveniles que se acercan a la costa y engordarlas.

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