Autor: Carlos Parodi Esteve Publicado: 21/06/2021 | 09:51 pm
Por años, los protagonistas de los procesos agropecuarios han reclamado autonomía para las fuerzas productivas. A esas demandas se unieron desde inicios de 2021 algunas relacionadas con la aplicación de la Tarea Ordenamiento. El tener los oídos pegados a la tierra ha llevado a una tercera ronda de modificaciones de precios, así como a disposiciones esperadas.
En un encuentro de trabajo, realizado el 13 de abril, y en el que intercambiaron representantes del gobierno con productores agropecuarios, expertos y científicos de diferentes ramas y que fue encabezado por el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se anunció la aprobación de 63 medidas para potenciar la producción de alimentos, de las cuales 30 se consideran con prioridad y algunas de carácter inmediato.
“Ustedes nos han alertado, nos han inducido a buscar un grupo de transformaciones que ya no podíamos postergar más en el tiempo”, aseguró el Jefe de Estado tras compartir por casi cuatro horas, mediante videoconferencia, con más de 1 300 personas desde todas las provincias del país.
“Buscar más producción y responder las demandas insatisfechas” es uno de los principales desafíos, enfatizó el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, durante la reunión, en la que participaron el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura; el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; viceprimeros ministros y titulares de varios organismos.
El paquete de medidas dirigido a impulsar la producción agropecuaria se enfoca en solucionar problemas estructurales y organizativos en el sistema de la agricultura, eliminar centralizaciones en el suministro de insumos y la comercialización, deficiencias en el uso de la tierra, trabas, prohibiciones, intermediarios ineficientes y el pago a los productores.
En la cita el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca explicó que las medidas“no fueron elaboradas en una oficina”, y para su confección se tuvieron en cuenta los más diversos criterios a todos los niveles, con el propósito de que su implementación mejore y estimule el desarrollo de las fuerzas productivas.
Las medidas -agregó Tapia- dan respuesta, fundamentalmente, a problemas asociados a cuestiones estructurales, organizativas y productivas; del uso y tenencia de la tierra; así como a otras de carácter financiero.
Con los pies en la tierra
Sobre una agricultura que no logra satisfacer las demandas de la población, el consumo social, la industria de procesamiento, el turismo y la exportación, aquejada de bajos rendimientos, escasos insumos y daños por sequías o fenómenos meteorológicos adversos, con la Tarea Ordenamiento se sumó un nuevo elemento a la ecuación: el de los precios de los servicios.
Según reconoció el Viceprimer ministro, uno de los planteamientos más recurrente entre los productores ha estado relacionado con las tarifas de electricidad. Al respecto, señaló que tras minuciosas evaluaciones se decidió reducirlas en todas las actividades agropecuarias. Esas serán fijas durante todo el año, con independencia de la fluctuación de los precios del petróleo en el mercado internacional y la estructura de generación interna, dijo.
La decisión de rebajar las tarifas, tanto de la electricidad como del agua, representan una erogación adicional del Presupuesto del Estado, por concepto de subsidio que ronda entre los 240 y 400 millones de pesos.
Por otra parte, se determinó también disminuir el pago al servicio de la aviación agrícola, así como los precios a los piensos nacionales y los bioproductos, también como respuesta a los planteamientos de los productores, debido a que el incremento de las tarifas a partir de la Tarea Ordenamiento hacía irrentables algunas producciones.
Fin de la larga espera
En el actual contexto le llegó el turno a medidas radicales y largamente esperadas por los productores. Entre las decisiones inmediatas se autorizó la comercialización de carne bovina, así como el autoconsumo por parte de los productores, después de cumplir el compromiso con el encargo estatal y siempre que garantice que no haya decrecimiento de la masa ganadera.
De acuerdo con Tapia, como requisito, los productores deben cumplir con los indicadores fundamentales de la ganadería, referidos al incremento y recuperación de la masa ganadera, los niveles productivos y el control de los animales.
Otro de los aspectos incluido en las medidas es el de los precios en la ganadería. Al respecto, Tapia Fonseca refirió que se decidió pagar 9,00 pesos por cada litro de leche a los productores que sobre cumplan sus planes mensuales de entrega de leche a la industria y mantener el precio por litro de leche de vaca a 7,50 CUP para quienes no logren sus planes. “El pago de este estímulo será siempre que no se disminuyan las cantidades de litros de leche contratadas en el plan inicial de entrega mensual”, especificó.
En este punto, el segundo secretario del Partido, José Ramón Machado Ventura, alertó sobre la necesidad de elaborar planes lecheros más rigurosos. Tiene que ser un plan tenso y eso le corresponde a la base y a quienes se relacionan con esto, porque con un plan cómodo todos lo sobre cumplirían y todo el precio sería de nueve pesos, alertó.
Adicionalmente, se autoriza la venta liberada de leche y sus derivados a partir del cumplimiento de indicadores establecidos por la ganadería, la calidad e inocuidad y el plan de entrega contratada, así como la comercialización de carne de ganado menor.
De manera general, las modificaciones incluyen igualmente aspectos relacionados con los precios de los insumos y de algunos productos agrícolas; el proceso de contratación de la fuerza de trabajo; la comercialización; la promoción de proyectos de desarrollo local; la implementación de medidas financieras y el pago de los impuestos.
Por otra parte, se le otorga particular importancia al proceso de contratación, de manera que el contrato sea el instrumento de relación entre las formas productivas y los productores individuales en los planes de siembra, producción y venta.
Parte del todo
Díaz-Canel recordó que estas medidas forman parte también de lo diseñado en Cuba para enfrentar el actual escenario que vive el país, matizado por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos y el impacto de la pandemia provocada en el mundo por la Covid-19. Según dijo, todo ello llevó a aprobar la Estrategia de Desarrollo Económico-Social, no solo para resistir, sino además para avanzar, y darle un mayor impulso al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, y llegar al cercano VIII Congreso del Partido con el mayor número de lineamientos cumplidos.
Como parte de toda esa estrategia, valoró, uno de los cambios radicales que era imprescindible concretar estaba asociado precisamente a las trabas y a los problemas estructurales, funcionales, productivos, de servicios y de relaciones entre los diferentes actores económicos del sistema de la agricultura.
Llegar a este grupo de medidas, que en su conjunto generan un gasto adicional de más de 2 000 millones de pesos al presupuesto del Estado, dijo el presidente cubano, ha sido un ejercicio democrático, participativo, inclusivo, en el cual se han tenido en cuenta los criterios de los productores, tanto de los estatales como de los no estatales; también de expertos, académicos, centros de investigación, estructuras de dirección de la agricultura y muchos otros actores del país.
A partir de este momento queda abierto un grupo de temas en los que se seguirá trabajando para encontrar y soluciones, en la búsqueda de construir el consenso; estas son medidas más urgentes e inmediatas que se deben aplicar, pero continuaremos gradualmente implementando otras acciones.
En sus reflexiones, se refirió a la necesidad de crear mecanismos más adecuados para adquirir insumos; hacer más eficientes a empresas y productores; desarrollar las comunidades rurales para buscar una mayor estabilidad en la fuerza de trabajo y potenciar la responsabilidad social en todas las formas productivas. A su vez, consideró que en todo lo que se proponga, debe trabajarse sobre la base de la eficiencia.
“No podemos resolver todos los problemas de una vez, pero sí podemos aplicar estas medidas y salir adelante con ellas, a las cuales hemos llegado porque los hemos escuchado a ustedes; ahora tendremos que seguir ajustando y corrigiendo, en la misma medida en que avanzamos”, dijo el mandatario.
Según expresó, no se quiere imponerles a los productores qué sembrar, pero sí ver lo que se necesita producir como país. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, convocó a todos los implicados a “implementar las medidas, a producir, a comercializar, a controlar y a continuar en el empeño de satisfacer a nuestra población, para también crecer, avanzar, perfeccionar y, como siempre, vencer”.
