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29 de Marzo  2024 

Viaje de retorno a las semillas

La estrategia del país para la recuperación económica en etapa post pandemia apunta a intensificar la atención a las áreas o  fincas de semillas de los diferentes cultivos, para incrementar la producción con calidad de semillas agámicas, botánicas y biotecnológicas


Miércoles 21 de Octubre de 2020 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Incrementar la obtención de vitroplantas, sobre todo de plátano, malanga, ñame y piña, persigue la rehabilitación de una biofábrica  ubicada en la oriental provincia de Holguín, donde junto al rescate de las instalaciones del deterioro constructivo, se introduce tecnología de punta, proveniente de naciones como España y la República Popular China.

Como parte del proceso, que requirió una importante inversión para la obra civil, se concibió la activación en la biofábrica de un centro de endurecimiento o adaptación de semillas.

Estas acciones en el oriental territorio forman parte de algo mucho más abarcador. La recuperación constructiva y tecnológica de las biofábricas del país, que deberá concluir en 2021, con el fin de recuperar su capacidad productiva.

De una capacidad de 32 millones de vitroplantas las mencionadas unidades están produciendo apenas 5 000,000, “muy lejos de la capacidad para la que en un momento determinado se hicieron”, dijo Rolando Quincosa, director de semillas y recursos fitogenéticos del Ministerio de la Agricultura.

Además de la recuperación física y tecnológica, el programa comprende igualmente algo no menos importante, el rescate de los recursos humanos.

No son pocas las ventajas que aportan las once biofábricas existentes en Cuba: permiten aumentar las áreas plantadas con simientes de alta calidad y resistentes a la acción de  enfermedades vegetales, imprescindible para lograr mayor eficiencia y productividad, disminuye la erogación de divisas por concepto de importación de semillas y pesticidas.

Por otra parte, se reducen los volúmenes de simientes que deben trasladarse dentro del país y es posible producirlas y comercializarlas durante todo el año, con incremento en los rendimientos agrícolas entre un 20 % y 40 %.

Si bien gana el país, también lo hacen los productores: las vitroplantas son de mayor calidad, sus precios,  inferiores a los de las semillas de otros agricultores y, al estar germinadas, tienen recorrido parte del proceso agrícola. De acuerdo con expertos, entre las principales fortalezas de este método de reproducción está que las plantaciones crecen de manera uniforme, lo que da paso a cosechas más sostenibles.

Enfocarse en lo prioritario

Ante las urgencias de incrementar la producción a partir de incrementar los rendimientos y la eficiencia, Cuba perfecciona su sistema de semillas, aun en medio de la crisis global provocada por la pandemia de covid-19 y las restricciones financieras del país.

De acuerdo con el Director de semillas y recursos fitogenéticos del Ministerio de la Agricultura, los productores garantizan el 40 % de las semillas, mientras el resto se obtiene por medio de un sistema abarcador, para el cual se adoptó en 2018 una política nacional y complementada desde agosto con la aprobación del Decreto-ley 388 que recoge lo que debe hacerse en materia de recursos fitogenéticos y su reglamento.

En conferencia virtual durante el Primer Foro Iberoamericano de Jóvenes Agroecólogos, Quincosa explicó que esta política persigue desarrollar el proceso tecnológico y científico en la producción de semillas,  variedades resistentes y resilientes al cambio climático, que permitan disponer de cantidades suficientes y con calidad genética para impactar en la producción y los rendimientos que se necesitan en la producción agropecuaria.

Volver la vista atrás

De acuerdo con Quincosa, en el país el sistema de semilla incluye tanto a entidades estatales y centros de investigación, como a 3 723 agricultores que producen semillas de calidad, agrupados en 229 Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), 166 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA)  y 413 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).

Ya desde la adopción de la política se comenzaron a dar pasos para revertir lo que se perdió en el campo de las semillas, como parte de un programa hasta 2030.

Entre las acciones realizadas a favor de las semillas, están la divulgación y comunicación para dar a conocer el marco regulatorio –en teleconferencias y on line, debido a la pandemia-, capacitación e inclusión en la enseñanza universitaria, a partir del próximo curso escolar, de una especialidad en semillas y recursos fitogenéticos.

De acuerdo con el Director de semillas y recursos fitogenéticos, “debemos preparar profesores para impartir conocimientos de este tipo, que son muy específicos y muy técnicos para desarrollar la fuerza laboral calificada que necesitamos”.

Otras tareas han estado relacionadas con inversiones y mantenimientos constructivos en el sistema de semillas: recuperación de estaciones –una de café ya lista en Holguín y otra en curso en la Isla de la Juventud-, y la creación del Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos, en el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt.

Como parte del programa se construyó una envasadora de semillas en la capital cubana y se concluyeron plantas de beneficio de granos en las provincias Granma y Pinar del Río y levanta otras en Holguín, además de un centro de peletización de semillas para el tabaco, que puede procesar también otras simientes.

De acuerdo con Quincosa, se trabaja en la actualización de la lista oficial de variedades comerciales, incluidas 10 nuevas variedades y por promover se empleen en los programas de multiplicación las variedades nacionales inscritas, “lo que nos da soberanía e independencia”.

Cuba está trabajando también en la recuperación de los laboratorios y las 15 fincas provinciales de semillas, en la consolidación de las fincas municipales, así como de los centros de beneficios.“Tenemos alrededor de un 60 % de semillas certificadas por el proceso de áreas especializadas, pero todavía tenemos que seguir utilizando un 40 % de semillas que se producen localmente para poder tener las semillas que se necesita en el proceso productivo”, destacó.

El país trabaja para lograr que crezca el por ciento de las simientes certificadas, por lo cual se siembra en unas 5 000 hectáreas, “para tener las semillas de calidad que necesitamos”, resistentes al clima y las enfermedades y que permitan reducir al mínimo la importación.

A su juicio, sin recursos fitogenéticos y semillas, no habrá desarrollo agrícola y forestal. “Es imprescindible (…) dar los pasos de avance en todos los escenarios: la producción especializada,  la local, en el organopónico, en el patio familiar”.

La estrategia del país para la recuperación económica en etapa post pandemia, adoptada en julio pasado, apunta a intensificar la atención a las áreas o  fincas de semillas de los diferentes cultivos, para incrementar la producción con calidad de semillas agámicas, botánicas y biotecnológicas, alcanzando en corto plazo el 68 % de semillas certificadas y llegar progresivamente hasta el 85 %.

Semillas in vitro

  • En las biofábricas, mediante procedimientos especializados, se toman pequeñas fracciones de plantas y con la adición de productos químicos se logra que estas se desarrollen como una planta nueva dentro de frascos de vidrio, en lo que se denomina reproducción in vitro.
  • En corto tiempo, pueden obtenerse grandes cantidades de plántulas de alta calidad, libres de virus, plagas y enfermedades. Una vez que alcanzan el tamaño adecuado, las posturas se plantan en el campo.
  • Estudios indican que con estos procedimientos se logra un incremento de los rendimientos hasta en un 50 %.

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