Martes
23 de Abril  2024 

Amplían cooperación regional para mejorar inocuidad alimentaria

En marcha el proyecto RLA5080 “Fortalecimiento de la colaboración regional entre laboratorios oficiales para hacer frente a nuevos desafíos relacionados con la inocuidad de los alimentos"


Miércoles 23 de Septiembre de 2020 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

En los esfuerzos por construir y fortalecer la infraestructura analítica y las capacidades para garantizar la seguridad de los productos agrícolas y pecuarios, se cuenta con la contribución del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a partir de proyectos nacionales y regionales en  América Latina y el Caribe.

En momentos cuando unos 600 millones de personas en el mundo se enferman cada año después de ingerir alimentos contaminados, es prioridad trabajar para perfeccionar los resultados en la gestión de los laboratorios analíticos, los cuales hoy están en mejores condiciones de producir datos de alta calidad sobre contaminantes alimentarios, en función de la inocuidad y, de manera más consistente, en beneficio de la población.

En tal contexto se desarrolla el proyecto RLA5080 “Fortalecimiento de la colaboración regional entre laboratorios oficiales para hacer frente a nuevos desafíos relacionados con la inocuidad de los alimentos”, el cual se ejecuta en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL) y la Red Analítica de Latinoamérica y el Caribe (RALACA).

Según informó Marta Contreras Izquierdo, miembro del equipo de comunicación del proyecto, se trata de mejorar la inocuidad alimentaria mediante políticas efectivas, inclusivas, objetivas y transparentes, basadas en el riesgo para garantizar la salud pública, el comercio nacional e internacional y la protección del medio ambiente, así como reducir los impactos del cambio climático en la zona.

Entre los propósitos que señaló la especialista sobresalen la propuesta de armonizar la metodología de monitoreo y evaluación de riesgo, facilitar la generación de datos analíticos a través de colaboraciones entre los laboratorios de referencia y establecer una red de datos como parte de la infraestructura regional en inocuidad alimentaria.

Las instituciones participantes en el proyecto colaborarán con los decisores de los sectores de agricultura y salud pública en Latinoamérica con vistas a la creación de un comité de intercambio de datos en el contexto de una red de laboratorios analíticos establecida, y a la disponibilidad de datos de alta calidad sobre contaminantes químicos en alimentos, que permitan realizar el análisis de riesgo.

Explicó que a largo plazo, la utilización de los datos de manera coordinada en la región permitirá una respuesta rápida en la realización de medidas de mitigación en caso de alertas relacionadas con la inocuidad alimentaria.

 Una alimentación segura e inocua 

“El proyecto está acompañado por un equipo que elaboró una estrategia de comunicación con el mensaje Alimentación segura e inocua, respaldada por técnicas nucleares, cuyo objetivo es dar a conocer de manera clara y concisa, los beneficios sociales y económicos, más los resultados de esta iniciativa”, comentó Contreras.

Entre los principales destinatarios de la Estrategia se encuentran los expertos y técnicos de los laboratorios, más los decisores relacionados con el proyecto en los Ministerios de Agricultura, Salud y Comercio; Institutos de Higiene, Salud y Agricultura; y los Oficiales Nacionales de Enlace ante el OIEA, como aliados de su programa de cooperación.

También indicó que, como resultado del trabajo en equipo de las contrapartes o jefes del proyecto y los comunicadores institucionales en cada país, se elaboró una hoja informativa que debe contribuir a facilitar el intercambio con las partes interesadas y potenciales socios para el fortalecimiento de la colaboración nacional y regional en el enfrentamiento a nuevos desafíos relacionados con la inocuidad de los alimentos.

Laboratorio cubano en apoyo a la inocuidad

Por Cuba interviene en el proyecto el Laboratorio de Vigilancia Radiológica Ambiental (LVRA) del Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR), perteneciente a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías Avanzadas (Aenta).

Ese Laboratorio tiene como encargo estatal el control de los contaminantes radiactivos en alimentos y brinda servicios científico-técnicos a entidades nacionales y extranjeras en la determinación cualitativa y cuantitativa de radionucleidos en matrices diversas, estudios muy demandados para la vigilancia ambiental, la inocuidad alimentaria y la protección radiológica de la población y el medioambiente.

Como parte de las acciones, el Laboratorio se incorporó a la Red Analítica de Latinoamérica y el Caribe (RALACA), una entidad sin fines de lucro, fundada con la asistencia del OIEA que tiene como misión promover la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad ambiental en la región. 

Desde abril último Cuba cuenta con el Decreto Ley No.9 sobre Inocuidad Alimentaria, una legislación mucho más moderna y abarcadora, que expresa la voluntad política de resolver un tema reconocido como clave en la nueva Constitución: la seguridad alimentaria como un derecho de cada ciudadano a recibir productos inocuos, nutritivos y sanos para preservar su salud.

Tal como expresó la también coordinadora de la Red de Comunicadores Nucleares de Cuba (RECNUC) la participación del Laboratorio de Vigilancia Radiológica Ambiental del CPHR en este proyecto puede representar una contribución más a los esfuerzos por lograr una mayor sostenibilidad en la esfera alimentaria en nuestro país.

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