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25 de Abril  2024 

FAO-Cuba: Respalda resiliencia de municipios cubanos

Suscriben la FAO y el Ministerio de la Agricultura de Cuba acuerdo para un nuevo proyecto de resiliencia climática en el país


Martes 02 de Junio de 2020 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Un nuevo proyecto de resiliencia climática en el país, que  beneficiará a unas 240 000 personas en siete municipios cubanos, comenzará a implementarse en Cuba tras la firma de un acuerdo suscrito en La Habana el 1ro de junio, entre el Ministerio de la Agricultura de Cuba (MINAG) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Con un monto de 119 millones de dólares,  la iniciativa Incremento de la resiliencia de las familias y comunidades rurales frente al clima mediante la rehabilitación de territorios productivos en localidades seleccionadas de la República de Cuba (IRES, por su acrónimo en inglés), fue diseñada por el MINAG y la FAO, en coordinación con la población local, la sociedad civil y otras partes interesadas, y fue aprobado en meses pasados en la Junta del Fondo Verde para el Clima (FVC) en Ginebra.

De acuerdo con un comunicado de FAO, para este proyecto, el primero en la nación apoyado por el Fondo y el cuarto formulado de conjunto con la FAO en América Latina y el Caribe y aprobado por ese mecanismo financiero internacional, el Fondo Verde aportará 38,2 millones de dólares, mientras el gobierno cubano contribuirá con 81,7 millones de dólares en cofinanciamiento.

Largo alcance

Con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional e incrementar la resiliencia y estabilidad de los sistemas locales de producción de alimentos, el empleo y el acceso al agua, esta iniciativa conjunta beneficiará a los siete municipios considerador más vulnerables a los efectos del cambio climático de las provincias de Matanzas (Los Arabos), Villa Clara (Quemados de Güines, Corralillo y Santo Domingo) y Las Tunas (Amancio, Colombia y Jobabo).

Con una duración de siete años y una implicación directa en 52 000 agricultores familiares, de los cuales 25 000 son mujeres, el proyecto persigue  beneficiar a 240 000 personas y mitigar la emisión de alrededor de 2,7 millones de toneladas de gases de efecto invernadero.

De acuerdo con Oscar Labrador Llanes, director de Forestal, Flora y Fauna Silvestre del MINAG, “este proyecto constituye un aporte importante a los esfuerzos de Cuba para cumplir su Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, respaldar los planes de desarrollo territorial y estimular la ejecución del Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida)”.

Tras la firma del documento que da inicio a la implementación del proyecto, Marcelo Resende, representante de la FAO en Cuba, reconoció que la firma del convenio, incluso en medio de la compleja situación de enfrentamiento a la Covid-19, evidencia la apuesta del país por impulsar las inversiones en el sector agrícola y por desarrollar sistemas alimentarios sostenibles y con alta capacidad de resiliencia ante eventos climáticos.

En la búsqueda de la resiliencia

En el contexto mundial y nacional, desarrollar la agricultura constituye para el país, a la vez, una urgencia y un desafío, pero con un enfoque diferente, innovador y pensamiento estratégico. Según trascendió, el proyecto cubano busca contribuir a un cambio de paradigma en la producción agropecuaria, dando paso a sistemas agroalimentarios más sostenibles y resilientes al cambio climático.

Para impulsar esa transformación, el proyecto propiciará las inversiones en tecnología, maquinaria, equipamiento e insumos para rehabilitar paisajes productivos, mediante sistemas agroforestales y silvopastoriles, la reforestación y la regeneración natural asistida.

A escala municipal, en 35 000 hectáreas, en áreas hoy cubiertas mayormente por marabú y pastizales degradados, serán introducidos nuevos módulos agroforestales. Con ello, la iniciativa se propone elevar la productividad y sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas, mejorando la infiltración de agua en el suelo y previniendo su erosión.

Hacia el cambio de los modelos intensivos tradicionales por técnicas de producción más resilientes al clima se enfocará el trabajo con agricultores familiares, lo que devendría  experiencia piloto para, en una fase posterior, poder escalar estas intervenciones a todo el país.

A su vez, IRES también facilitará asistencia técnica para la creación de capacidades y el diseño de nuevos incentivos gubernamentales para la adaptación al cambio climático.

Según dijo Maury Hechavarría, viceministro de la agricultura, tras la aprobación  del proyecto, en marzo pasado, IRES recuperará paisajes productivos para preservar los servicios ecosistémicos mediante la introducción de métodos novedosos e incentivos financieros”.

A juicio de Resende, el proyecto está diseñado para impulsar el desarrollo de sistemas alimentarios inclusivos, sostenibles y resilientes, potenciar la conservación de los recursos naturales, ayudar al sector agrícola a adaptarse al cambio climático y mejorar la resiliencia de los medios de vida locales para la gestión de riesgos.

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