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18 de Abril  2024 

Cuando la persecución impacta al comercio interno

El Informe de Cuba sobre la resolución 72/4 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el tema indica que entre abril de 2017 y marzo de 2018, la política de bloqueo se ha recrudecido y provocado pérdidas cuantificables por más de 4.321 millones de dólares


Martes 23 de Octubre de 2018 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Por mucho que se busque, ningún sector escapa a las redes visibles y no visibles de  la tupida red de leyes que cercan a Cuba desde hace casi 60 años. Tan abarcadoras son las políticas estadounidenses que impactan todos los aspectos de la realidad cubana, incluido uno muy relacionado con la vida de cubanas y cubanos, el comercio interior.

De acuerdo con Nancy Valdés, viceministra del sector, son varios los elementos vinculados al comercio en los que repercute la enmarañada red de leyes y disposiciones que sostienen el bloqueo: mercado natural restringido, incremento de los costos  por compras mediante  intermediarios y en mercados lejanos, además de la obligatoriedad de pagar al contado por la imposibilidad de acceder a créditos.

Existen ejemplos claves: los productos más afectados en el mercado por la reubicación geográfica para realizar las compras son arroz, chícharos y frijoles, que deben ser adquiridos en plazas lejanas como Canadá, China, Vietnam y Brasil, entre otros.

Según dijo Valdés en audiencia pública sobre el tema, la reubicación geográfica del comercio incrementa los costos de adquisición, genera altos costos logísticos por trasbordos y pérdidas por tasas de cambio.

Una peculiar repercusión extraterritorial está relacionada con el obstáculo que representa para Cuba realizar operaciones bancarias en sucursal que podrían resultar multadas con sumas millonarias, algo que ha sucedido con mucha frecuencia y ocupa de vez en vez los titulares en la prensa de esas naciones.

Entre los daños de alto impacto de esta política para la población, explica Valdés, se encuentran el desabastecimiento e inestabilidad de productos para la venta y los servicios, perjuicios en el equipamiento de refrigeración y cocción e insumos de los  programas Sistema de Atención Familiar (SAF) y de Ahorro Energético, así como en la adquisición de partes y piezas de repuesto  para la reparación del calzado ortopédico y en el desarrollo del mercado mayorista para las formas no estatales de gestión.

Otras  se relacionan con la industria nacional como proveedora de parte de los aseguramientos de las inversiones en las cadenas de frigorífico, transporte y red minorista, en la disponibilidad de partes y piezas de repuesto para el equipamiento y transporte, falta de financiamiento y acceso a las nuevas tecnologías y obstáculos en la adquisición de equipamiento y medios tecnológicos para el comercio.

La política de restricciones comerciales, económicas y financieras en este sector con incidencia directa en la vida de las cubanas y cubanos, en pocas palabras, impacta en el tiempo de entrega de las mercancías, eleva las cantidades a comprar  y los inventarios de seguridad, lo que se traduce en una disminución del financiamiento real para el respaldo de los planes de la economía y el incremento de las deudas del país.

Impedimento al saber y al desarrollo

Un impacto que no puede soslayarse son  los efectos negativos en el desarrollo de las competencias laborales de los profesionales y el desarrollo sostenible de la calidad de los servicios.

María del Carmen Martínez, directora del Centro de Gestión del Comercio Interior, indica que las limitaciones que genera la política estadounidense en la adquisición de materiales docentes, bibliografías complementarias y materiales didácticos e impresos que permitan la aplicación de técnicas actualizadas para un mejor y más eficiente proceso docente y una mayor calidad en la preparación de los trabajadores.

Para Martínez, el cerco estadounidense restringe la posibilidad de acceder a una gestión del conocimiento de altos estándares internacionales, aun cuando Cuba es un país que recibe altas cifras de turismo de diversas culturas y que se vincula con los trabajadores que ejercen estas disciplinas técnicas en los diferentes modelos de gestión, a través del servicio que reciben.

Por otra parte, limita el acceso a la información científica, a resultados de investigaciones relacionadas con estudios de productos, de metodologías para las mejoras de procesos y de intercambio de científicos y técnicos, como una vía más para  la actualización de los investigadores del sector.  A su vez, apunta la directora del Centro de Gestión del Comercio Interior, impide a docentes e investigadores el acceso a buscadores y sitios especializados en Internet por la falta de permisos para realizar las búsquedas, entre ellos www.wos.com  y www.scopus.org,  ambos de corte puramente científico.

Aristas diversas

Silvio Mora, del Grupo de Alimentos, expresó las dificultades que trae consigo el bloqueo, lo que afecta las importaciones de equipamiento que permita conservar en almacenamiento por largo tiempo los productos alimenticios para la población, resultado también de la política hostil, que obliga a elevar los niveles de inventarios.

De acuerdo con el especialista principal de gastronomía, Santos Reyes, en el Sistema de Atención a la Familia, que atiende en el país a unas 73 000 personas de los grupos más vulnerables -sin amparo familiar, embarazadas y discapacitadas solas-, en unos 1 400 establecimientos que les brindan alimentos y propician su inserción social, intervino Santos Reyes, especialista principal de gastronomía.

Mercedes Conyedo Herrera, directora de Laboratorio Central de Calidad de los Alimentos, cuyo papel es determinante en la inocuidad de productos que salen cada día a la venta, dijo: el bloqueo “impide comprar los equipos que tanto necesitan en lugares cercanos, sino en sitios distantes, que los producen mucho más caros, “por tanto gastamos más  y compramos menos”.

En el caso de la red de tiendas CIMEX, estas políticas impiden exportar a territorio estadounidense marcas cubanas registradas en ese mercado en la actualidad, como son el Café Cubita, los rones Caney y Varadero, carbón y semillas.

“La imposibilidad de comercializar nuestras marcas y renglones exportables en el mercado estadounidense ha llevado a CIMEX a explorar otras plazas más lejanas. Actualmente existen negociaciones con clientes de China, Rusia, Angola, Sudáfrica y Europa en lo referido a los renglones tradicionales. No obstante, al ser mercados más distantes se incurre en gastos adicionales en todo el proceso de comercialización”, se recalcó en audiencia pública.

En el caso de las tecnologías, refieren  la imposibilidad de adquirir directamente equipos tecnológicos y software de procedencia estadounidense, como los productos de Microsoft Windows y equipos de comunicaciones de Cisco, además de que “todo acceso a sitios de software con casa matriz en los EE.UU. desde direcciones IP del bloque adquirido por Cuba hacia estos sitios está total o parcialmente prohibido, lo que imposibilita o dificulta disponer de estos y de sus respectivas actualizaciones, imprescindibles para el desarrollo de la informática”.

No solo el sector estatal

Las limitaciones de mercancías para la elaboración de alimentos y la prestación de los servicios resultantes del bloqueo, impactan no solo al sector estatal, sino que repercuten también en los trabajadores no estatales y las cooperativas.

Según Jorge Cutié, trabajador por cuenta propia, el bloqueo tiene varias aristas, “una es esa la escasez de los productos e incluso, actividades que pudieran dar empleos a más personas no pueden llevarse a la práctica por la fuerza que tiene sobre las materias primas que necesitamos”. 

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