Martes
16 de Abril  2024 

Apuesta por el desarrollo portuario en la Isla

Iniciativas como la Zona Especial de Desarrollo (ZED) de Mariel responden al proceso de actualización del modelo económico del país, en busca de alcanzar una nación próspera y sostenible


Miércoles 27 de Junio de 2018 | 12:00:00 AM 

Autor

Amado de la Rosa Labrada

Cuba mantiene la apuesta por el progreso de sus puertos, sobre todo otorga prioridad a las inversiones destinadas al desarrollo de la infraestructura marítimo-portuaria, programa liderado por las nuevas instalaciones de la bahía del Mariel –ya en pleno arraigo-  y de Santiago de Cuba, cuya terminación se prevé para fines de año.

Sin dudas, la ampliación del Canal de Panamá, como muchos expertos vaticinaron, va revolucionando el tráfico marítimo en el Caribe, lo cual constituye un desafío para los países de la región, sobre todo para la Mayor de las Antillas que depende de esa vía para importar y exportar casi todas sus mercancías.

No obstante, especialistas del sector consideran que en el caso de la Isla no se trata solo de proyectar megapuertos. En medio de las actuales limitaciones económicas que vive el mundo y por ende este país, siempre resultará más ajustado desarrollar terminales de tránsito como las existentes en Jamaica y República Dominicana.

También razonan que la industria del transporte marítimo tiene el desafío, pero también la ocasión de adaptar sus servicios para mejorar su competitividad. 

Para técnicos y autoridades del ramo la solución no se ciñe únicamente a incrementar las inversiones en infraestructura, incluido optimizar la eficiencia portuaria y su planificación sino, además, buscar más eficiencia mejorando las operaciones portuarias y los procesos aduaneros; promover la intermodalidad, el desarrollo de plataformas logísticas, la facilitación de regulaciones y una mejor coordinación entre los actores institucionales.

La capacidad máxima de los puertos cubanos se había reducido a 3 000 000 de toneladas, de los 12 000 000 que movían en los años 80. Entre los objetivos de la Isla destaca el propósito de poder recibir buques de 40 000 toneladas y más no solo por el Mariel, sino además en terminales como Cienfuegos, Santiago de Cuba, Nuevitas y otras.

Como parte de este propósito se ha trabajado en los últimos años en objetivos cardinales como el dragado de las bahías de Cienfuegos y Santiago de Cuba. Durante casi tres décadas no se limpiaron los sedimentos depositados en los fondos vinculados a a los principales enclaves portuarios de la nación.

Como consecuencia, el calado en estas vías para arribo de los barcos había disminuido, y por lo cual hubo que reducir el peso y los volúmenes de carga y con ello aumentaron los costos de los fletes en las importaciones.

En los últimos años se ha trabajado en el mejoramiento de las condiciones de calado de los puertos principales para minimizar los falsos fletes del país, o sea, el pago por capacidades no ocupadas en las embarcaciones; y el extra flete, los viajes adicionales.

Por su trascendencia para la economía nacional, el dragado resulta un objeto ineludible que continúa a pesar de las limitaciones económicas actuales, porque en opinión de las autoridades y expertos del sector, mientras más calado tengan sus puertos, Cuba podrá operar buques de mayor capacidad.

De otra manera se tornarían más costosas las importaciones y poco competitivas las exportaciones.

Punto cardinal

No es casual entonces, que el nuevo puerto del Mariel devenga parte cardinal de la Zona Especial de Desarrollo (ZED), enclave del occidente cubano que avanza de manera sostenida en pos de estimular proyectos integrales para sustituir importaciones, impulsar exportaciones con productos nacionales de alto valor agregado y generar empleos, en decidido vínculo con el comercio internacional y la economía interna.

Para las autoridades cubanas, iniciativas como la ZED Mariel responden al proceso de actualización del modelo económico del país, en busca de alcanzar una nación próspera y sostenible.

Según el sitio web de Cubadebate, más de 30 usuarios han sido aprobados en este importante espacio económico, donde hasta hace poco más de cuatro años eran terrenos vírgenes abrazados a la costa norte del lugar.

Poco a poco la zona se transforma en perfectas planicies y caminos trazados en el sector, listos para la inversión cuya primera etapa, entre los años 2011 y 2014, incluyó la primera fase de la Terminal de Contenedores del Mariel (TCM), eslabón fundamental para la entrada y salida de mercancías.

También se ejecutó un vial de acceso para enlazar la Autopista La Habana- Pinar del Rio con la TCM, se construyó la primera etapa de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), se finalizó el enlace ferroviario con La Habana y se realizaron las primeras acciones de dragado.

El estado cubano ha invertido un promedio de 300 millones de dólares anualmente en el desarrollo de infraestructuras de alto estándar, que ya se encuentran a disposición de los inversionistas. Además ha logrado captar un monto de inversión que supera los 1 189 millones de dólares.

Avanza obra en Santiago

En Santiago de Cuba, la segunda ciudad más poblada del país, avanzan con rapidez  las obras de modernización del puerto en plena etapa constructiva, con un crédito de 120 000 000 de dólares concedido por el gobierno chino, señala el sitio web del periódico Sierra Maestra.

Iniciado en junio de 2015, el ambicioso proyecto de cooperación convertirá a esa rada en la segunda más importante de la Antilla Mayor, solo superada por la de Mariel.

Especialistas de la construcción que participan en el proyecto, subrayaron el intenso ritmo productivo y calidad con que se trabaja en la creación de la nueva terminal del puerto de Santiago, obra que ejecuta la empresa China Communications Construction Company Ltd. (CCCC).

Esa entidad tiene como encargo fundamental la modernización del muelle ubicado entre los ríos Gascón y Yarayó, al noroeste de una bahía que es custodiada por la mítica Sierra Maestra.

Aquí, los constructores chinos y cubanos han tenido que superar escollos como trabajar sobre un suelo cenagoso y relleno de desechos naturales, o elaborar un hormigón de alta prestación, tan resistente que apenas un centímetro cuadrado de esa mezcla soporta más de 300 kilogramos.

El nuevo muelle multifuncional tendrá un atraque de hormigón armado de unos 250 metros para la carga y descarga de buques, mediante cinco grúas de pórtico de avanzada técnica, tres de 50 toneladas de capacidad y otras dos de 30. Ese atraque podrá operar 565 000 toneladas al año, entre mercancía general, contenedores y productos a granel.

Además, se levantan dos almacenes techados con capacidad para asimilar 5 040 toneladas de carga general y 10 080 de carga seca.

A esos almacenes se suma un área de acopio al aire libre para la recepción de contenedores de todo tipo, plaza que incorporará a las operaciones otros avanzados equipos de izaje, tracción, transporte y recursos que aseguren las prestaciones portuarias con la calidad y rapidez que demanda el comercio mundial.

En la bahía se realizarán también labores de dragado hasta alcanzar unos 14 metros de calado para el acceso al nuevo muelle, profundidad que facilitará el arribo de buques de hasta 55 000 toneladas, lo que supera los de un máximo de 30 000 que se operan en la actualidad.

Comparte esta noticia