Miércoles
24 de Abril  2024 

Viaje a la meca

San Juan y Martínez es catalogada como la zona de excelencia del tabaco


Jueves 05 de Abril de 2018 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

José Antonio Rodríguez González, de 84 años, pasea con su mirada por la finca El Valle, en la zona de Trujillo, del municipio de San Juan y Martínez, en Pinar del Río.

Allí, en un terreno ondulado de tierra oscura, hizo su vida trabajando desde joven en el tabaco. Ahora, su hijo, también José Antonio Rodríguez, pero Marín por su segundo apellido, recorre los mismos trillos, les brinda a las plantas similares atenciones culturales, tal y como le enseñó su padre.

La finca pertenece a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Isidro García. Allí se obtienen elevados rendimientos -1,54 toneladas por hectárea, superiores a la media de la empresa a la cual tributa. De acuerdo con Juan Miguel Hernández Martínez, director adjunto de la Empresa de Tabacos Hermanos Saiz, de San Juan y Martínez, es un productor con mucha cultura tabacalera, transmitida por su padre, quien todavía suele pasearse por los campos para mirar y admirar cómo se empinan hacia el sol las hojas que luego, convertidas en habanos, irán a conocer mundo.

“Estas áreas dan un tabaco muy fuerte, en otras zonas son más suave”, explica Jorge Luis Muñoz, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios Isidro García, que agrupa a 62 productores de tabaco. 

Mientras el boyero guía la yunta de bueyes: “Labrador, Pendenciero…”, Muñoz enfatiza: “la peculiaridad del tabaco nuestro es que se trata de una producción familiar, lo producen los campesinos con sus familias, una tradición de antaño, todo es manual, muy detallada, con mucha exactitud y dedicación”.

Causas y azares

En el macizo tabacalero San Juan y Martínez, San Luis, Consolación del Sur,  Pinar del Río y en áreas de las Minas de Matahambre, es donde la hoja del tabaco tiene la calidad necesaria desde el punto de vista físico y químico para la elaboración de los habanos, que nos ha dado fama a nivel mundial. Por eso se dice que el municipio de San Juan y Martínez es la meca del tabaco y San Luis, la cuna, comenta el sanjuanense Juan Miguel Hernández, director adjunto de la Empresa de Tabacos Hermanos Saíz.

Aquí, asevera, es donde existe mayor tradición y herencia de los productores, quienes aprendieron de sus bisabuelos, sus abuelos y sus padres y se han arraigado a esa cultura tabacalera. “Es el suelo, la tradición, la herencia, la cultura, el cuidado que tienen sobre la explotación de la tierra y la disciplina tecnológica, todos juntos son los que hacen la diferencia”, considera Hernández.

En San Juan y Martínez, destaca, se produce entre 6 % y 9 % de la producción total y tiene como destino tripas y capotes y, de las 330 hectáreas de tapado, la capa de tabaco de exportación.

Con el clima como  aliado

Según el director adjunto de la Empresa de Tabacos Hermanos Saíz, en la campaña 2016-2017 sembraron 3 500 hectáreas, de un plan de 3 345. “Al final de la recolección, los campos arrojaron 4 726,12, de una cifra programada de 4 062 toneladas, con un rendimiento de 1,38 toneladas por hectárea, considerado muy bueno para ese territorio”, apunta.

En este año, en la campaña 2017-2018, el plan de siembra es de 3 430 hectáreas. “Como las condiciones climáticas se han comportado bastante favorables, los productores han seguido sembrando y realizando las habituales labores que lleva el cultivo”, dijo Hernández.

“En este 2018, basados en el comportamiento y desarrollo de las plantaciones y las casas de cura, consideramos que los resultados agrícolas serán superiores a los de la campaña precedente, al igual que su calidad. Esperamos nuevamente un sobrecumplimiento de las proyecciones para la etapa”, considera.

Protagonistas

La empresa tiene relaciones de trabajo con 33 estructuras productivas, de estas 32 se dedican al cultivo del tabaco, mientras otra tiene como objeto social la producción de cultivos varios destinada a la población. “De las 32 encargadas de la solanácea, cinco con Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), y 27 con Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), independientemente de que todas producen determinados volúmenes de alimentos”, recalcó el director adjunto de la entidad.

Esta empresa que da empleo entre 3 700-3 900,  cuenta con 26 escogidas y un despalillo, donde se beneficia el tabaco; así como 16 Unidades Empresariales de Base (UEB). A esas estructuras tributan tabaco entre 2 300 y 2 500 productores. “Podría decirse que el 90 % de la población de San Juan y Martínez se vincula de una forma u otra a la producción tabacalera, como principal fuente de empleo”, señala Juan Miguel Hernández.

Tecnologías

Cuando se recorre la zona, sobresalen los cultivos cubiertos con protectoras mantas blancas. “La tecnología de tapado, que ha sido bien acogida entre los agricultores,  existe desde hace años.

Además, cerca del 75 % de las posturas las produjimos en cepellones, con muy buena calidad y esperamos que en la próxima campaña la totalidad del tabaco tapado sea sembrado a partir de esa tecnología y en canteros tecnificados, lo que protege las posturas de cualquier afectación climática”, explicó. 

Esa tecnología, sostiene, permite obtener plántulas de mayor calidad y resistencia en menor tiempo.

Secretos del tabaco

La mejor etapa para el tabaco, abunda Hernández, se extiende desde la tercera decena de octubre hasta el 5 de enero.

“Según uno de mis profesores, la mejor agua para el cultivo es la que no le cae, como el riego artificial controlado, si le llueve mucho, no tiene la composición química deseada, decimos que lo lava y le lleva las sustancias que contiene, así que la mejor es la que se le echa, cuando la lleva”, afirma.

Para Rodríguez Marín, un productor que por sus destacados resultados tuvo la misión de ser el anfitrión de la gira de campo insertada en el programa de la edición 20 del Festival del Habano, “el tabaco necesita de recursos, tierra y personas que lo cuiden y si el clima nos favorece, todo está a la mano”. Para estae veguero que lleva 20 años cultivando tabaco negro, directo bajo el sol,  expresa “que vengan las personas a ver la finca es un orgullo, como cuando a un deportista le ponen una medalla”.

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