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Ay, Irma

El sector agropecuario cubano fue castigado por el huracán. Ante las pérdidas y afectaciones a los cultivos, la estrategia es potenciar la siembra de variedades de hortalizas y vegetales de ciclo corto


Viernes 29 de Septiembre de 2017 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Al pasar de los días, cuando los estimados se convierten en datos definitivos, salen a la luz nuevas evidencias del daño causado a Cuba por el poderoso huracán Irma. Desde Guantánamo hasta Artemisa, el meteoro dejó su huella con severidad en los campos cubanos. 

Naves avícolas y porcinas destruidas, aves y ganado muertos, cosechas dañadas elevan los totales en el país. Si en un primer momento impactaron las miles de hectáreas de plátanos destruidas, sucede ahora con otros cultivos, entre ellos, la caña.

Datos del Ministerio de la Agricultura citados en el Informe de Situación no. 12 del Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba indican que a consecuencia de Irma en el sector avícola  se reporta la muerte de más de 200 000 aves,  en su mayoría ponedoras y para el reemplazo.

Al respecto, el titular de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, declaró a la televisión nacional que uno de los golpes principales lo recibieron la avicultura y la porcicultura. “En el sector avícola los principales daños se concentraron en las centrales provincias de Ciego de Ávila y Villa Clara”, dijo y agregó que debido al huracán y los perjuicios ocasionados, la producción diaria de posturas se redujo de 5,5 millones a 3,9 millones. 

Datos recientes indican que un total de 614 naves quedaron parcial o totalmente derribadas en la Isla, y de estas ya fueron recuperadas más de 320. Aunque las infraestructuras de las provincias de Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey y Holguín sufrieron las mayores afectaciones también resultaron dañadas numerosos centros avícolas de Artemisa, Mayabeque, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

Según Alejandro Rodríguez, jefe del Departamento de Defensa y Defensa Civil del Ministerio de Agricultura, los perjuicios en esta rama no solo fueron directos, sino también indirectos, en instalaciones donde, como en la mayor parte del país, faltó el servicio eléctrico, esencial en esta producción y el suministro de agua. Solo donde existían paneles solares las aves pudieron ser abastecidas del líquido en breve tiempo.

En el sector agropecuario, en general, la muerte de animales supera los 210 000,  a la vez que se confirman afectaciones en 440 000 m² de techos de instalaciones pecuarias y más de 50 000 posturas de café y cacao.

Amasijo de tejas y columnas

Los reportes de prensa dan cuenta de lo sufrido en una unidad dedicada a la producción de cerdos en el municipio de Yaguajay, en la central provincia de Sancti Spíritus, donde los excesivos vientos despedazaron los techos de zinc, tiró al piso columnas, impactó al rebaño y puso en riesgo a quienes permanecían allí, resguardando los bienes.

“El Centro Integral Porcino Carbó II, construido a un costo cercano a los 10 millones de pesos e inaugurado en julio pasado está literalmente destruido”, indicó el periódico Escambray.

Sobre la aledaña Unidad Integral Carbó, que funciona desde hace décadas, el huracán también lanzó su destructiva fuerza, dañándolo todo a su paso y provocando la muerte de unos 300 animales, además de afectaciones en el pienso almacenado. 

En el poblado de Jarahueca, también en el municipio de Yaguajay, “los daños pudieron ser mayores si el ganado no se hubiera llevado a tiempo a zonas altas, si el colectivo de la escogida de tabaco no hubiera puesto a buen recaudo decenas de quintales de la hoja, si la cosecha de frijol no se hubiera acelerado”, sostuvo la publicación.

Cañas acostadas

Con el inicio de la zafra a la vuelta de la esquina, la agroindustria azucarera cubana fue también blanco de la furia del meteoro. De acuerdo con declaraciones a la prensa del vicepresidente primero del grupo azucarero Azcuba, José Carlos Santos, Irma causó daños desde la oriental provincia de Holguín hasta la occidental Artemisa, pero las mayores afectaciones las sufrieron Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara.

Los perjuicios son en todos los elementos de nuestra industria, pero en especial en los sembrados y los techados de los centrales, almacenes, fábricas de derivados, talleres y bases de transporte, dijo. En el caso de la caña, se reportaron 338 000 hectáreas encamadas y 92 000 inundadas, de las más 700 000 hectáreas sembradas de este cultivo, importante para el consumo y las exportaciones.

Según dijo, tras el paso del meteoro, se drenaron las zonas inundadas, gracias a la limpieza de canales que ya se venía realizando en el plan de prevención previsto. No obstante, reconoció que “tendremos afectaciones en el rendimiento de la industria, porque todos estos elementos tienen luego un impacto negativo en la contienda azucarera”.

En lo inmediato, el sector prioriza las tareas para lograr a buen ritmo la reparación de las maquinarias y avanzar en las labores del cuidado de la caña, acelerar los arreglos relacionados con el transporte y de los centrales, así como alcanzar una mayor siembra para aprovechar la disponibilidad de agua.

La hora del ciclo corto

Los huracanes anteriores enseñaron que la manera más rápida de disponer de alimentos luego de que un meteoro arrase con los cultivos es sembrar aquellos  de ciclo corto que permiten, en algo más de un mes, poder llevar a la mesa algunas hortalizas. Así lo han orientado las máximas autoridades del sector.

En la provincia de Camagüey, destacó Melquiades Kens, especialista del frente cultivos varios de la Agricultura en el territorio, se trabaja en un manual de procedimiento agrotécnico para aplicar según las características de cada cultivo, lo que permitiría darle valor de uso de inmediato a las plantaciones dañadas e iniciar siembras con especies de ciclo corto.

También la agricultura urbana, suburbana y familiar de Ciego de Ávila aplica esa alternativa en respuesta a las afectaciones de Irma. Para eso se acelera la siembra de habichuela, lechuga, espinaca, pepino, rábano, coliflor, acelga, ajíes, pimientos y otros que puedan utilizarse en menos de 60 días. De acuerdo con Osmany Fleitas González, al frente de ese movimiento productivo en el territorio, algunos productores siembran las semillas de hortalizas directamente en la tierra o en macetas con materia orgánica.

En ese territorio, donde fueron destruidas más de 4 000 hectáreas de plátano, se aprovecha la favorable humedad de los suelos y la existencia de casas de posturas y organopónicos. Reportes desde esa provincia indican que Ciego de Ávila cuenta con unas 14 500 hectáreas dedicadas a la agricultura urbana y suburbana, lo que representa el 83 % del total de las tierras en explotación.

En tanto, en Villa Clara se concede prioridad a la valoración fitosanitaria de los campos, la recogida de los restos de los sembrados arrasados por el embate del huracán Irma y la preparación de las tierras para el fomento de siembras de ciclo corto.  Al respecto,  Mirayda Ramos, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia, explicó que más de 200 cooperativas locales se dedican a las plantaciones de boniato, calabaza, maíz, remolacha y habichuela, entre otros que dan alimentos en breve tiempo.

También en La Habana, donde apenas se iniciaba la campaña de frío, las autoridades sectoriales explican que las afectaciones son recuperables a corto plazo, por lo que se trabaja por alcanzar los volúmenes de productos del agro, fundamentalmente hortalizas y vegetales, previstos para esta etapa.

Según Julio Martínez, delegado de la Agricultura en la capital, se reportan afectaciones en la yuca y debe comenzarse inmediatamente la siembra de  variedades de ciclo corto, para en menos de dos meses cosechar esas hortalizas. 

Otros cultivos

Acelerar la cosecha de todo el café posible en las más de 1 300 hectáreas en producción es la prioridad de los cafetaleros de las zonas montañosas de la provincia de Sancti Spíritus para borrar cuanto antes el panorama devastador que dejó Irma en las más de 1 700 hectáreas del grano dañadas. 

A la urgencia de secar y beneficiar los granos debido a los altos niveles de café maduro, se suman el saneamiento de las plantaciones dañadas en mayor o menor medida, la limpieza de árboles y ramas caídos sobre el cultivo, así como la siembra de posturas para sombrear los cafetales a plantar y la multiplicación de plátanos y otras especies que en corto tiempo beneficien las áreas expuestas al sol.

En el caso del arroz, indican medios radiales, resultaron afectadas unas 16 000 toneladas, así como dos secaderos severamente dañados, uno en Ciego de Ávila y otro, en Villa Clara. De acuerdo con el jefe de la división tecnológica del arroz en el Ministerio de la Agricultura, Lázaro Díaz Rodríguez, los más de 18 mil productores de arroz del país laboran junto a técnicos y directivos en la recuperación del cultivo, uno de los alimentos básicos de la canasta de alimentos.

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