Autor: Jorge Camarero Leiva Publicado: 21/06/2021 | 09:39 pm
Propiciar el acceso a nuevas fuentes de financiamiento externo para impulsar y concretar múltiples proyectos estratégicos en disímiles sectores es el principal dividendo de Cuba al ingresar al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Con la firma del instrumento de adhesión al convenio constitutivo y de suscripción de acciones de esa importante institución bancaria, la Mayor de las Antillas se convierte en un nuevo miembro extra regional de la misma, lo cual permitirá fortalecer aún más las relaciones con los países de la región centroamericana, y propiciará el apoyo a proyectos de desarrollo socioeconómico y de integración.
En presencia de Ricardo Cabrisas Ruíz, vicepresidente del Consejo de Ministros y titular cubano de Economía y Planificación, rubricaron el acuerdo que formaliza la incorporación de la nación caribeña, Nick Rischbieth, presidente ejecutivo del BCIE e Irma Martínez Castrillón, ministra-presidente del Banco Central de Cuba.
La titular comentó la relevancia de asociarse al BCEI para profundizar los ya amplios vínculos con los Estados de la zona centroamericana y acceder a financiamientos a mediano y largo plazos para el desarrollo de infraestructuras y otros planes de gran envergadura y prioridad en el país como el asociado a la matriz energética, en particular, al uso de fuentes renovables, que cuenta con un programa nacional hasta 2030.
“Ser parte de esta entidad regional multilateral también le permitirá a Cuba, asediada por el férreo bloqueo estadounidense hace más de 50 años, poder contar con mejores condiciones en cuanto a tasas de interés y plazos de pago mucho más llevaderos ( entre 10 y 15 años)”, apuntó Martínez.
Se refirió a todo el proceso que antecedió esta decisión pues desde mayo de 2016 se materializó este intercambio con la visita de directivos del BCEI para identificar y examinar la existencia de una cartera de proyectos y oportunidades para la inversión extranjera en su mayoría con estudios de pre- factibilidad, entre estos los relacionados con la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, más otros requeridos de financiamientos por su magnitud.
El Presidente Ejecutivo del BCIE exaltó los nexos históricos y culturales que unen a Cuba con el resto de los países del área y, sobre todo, destacó la labor integracionista que la caracteriza.
Con esas razones de mucho peso fue tomada la decisión de que la nación caribeña formara parte de esa institución, un anuncio dado a conocer en abril último durante la Reunión Ordinaria de la LVII Asamblea de Gobernadores del BCIE que aprobó de forma unánime la incorporación de Cuba a su membrecía.
Rischbieth subrayó el interés genuino de acompañar el crecimiento socioeconómico cubano a partir del apoyo a proyectos de desarrollo y de integración, al formar ahora el país parte de la familia del banco centroamericano con el cual mantiene muchos puntos de contacto.
Al explicar a la prensa la trascendencia del acuerdo, apuntó que es la primera vez que la Isla antillana se incorpora a una entidad de este tipo, tras su adhesión al Consejo de Ayuda Mutua Económica, en 1972.
Precisó que a causa del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, resulta difícil efectuar operaciones con Cuba ya que hay que estructurar las transacciones de una manera distinta, y observar las regulaciones existentes, sin obviar el obstáculo que implica la imposibilidad de usar el dólar americano, aunque –aseguró- ya poseen un esquema para actuar de una manera diferente y evitar no entrar en conflicto con esas leyes.
El BCIE es una institución multilateral que tiene como misión promover la integración regional y el desarrollo socioeconómico equilibrado de los países centroamericanos, así como la sostenibilidad de sus recursos.
Creado en diciembre de 1960, al organismo pertenecen Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica como fundadores; mientras luego se incorporaron Belice, Panamá y República Dominicana.
Otros países que lo integran con carácter extra regional son México, Taiwán (RPCh), Argentina, Colombia y España, (en esta categoría ahora se suma Cuba), según trascendió durante la rúbrica del documento en La Habana.
Tras la firma en 1960 del Tratado General de Integración Centroamericana, el BCIE surgió como brazo financiero del desarrollo de esa región, y es considerado una entidad sui generis tanto por la amplitud de campos en que tiene competencia o puede desarrollar sus operaciones, como por su objeto y principios fundacionales.
Varias publicaciones señalan que “a pesar de su tamaño relativamente modesto en comparación con otras instituciones afines, su contribución al desarrollo de los estados miembro es significativa y puntualizan que por ejemplo, desde su fundación ha canalizado cerca de 24 000 millones de dólares (21 400 millones de euros, aproximadamente) hacia sus asociados”.
En Centroamérica, el BCIE es la corporación multilateral con mayor presencia, contribuyendo con alrededor del 50 % de los recursos que han ingresado a la región por esta vía, cantidades que superan las aportaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial.
Se conoció además que el perfil de los recursos que aporta el BCIE se alinea perfectamente con las prioridades establecidas por el gobierno cubano. En primer lugar, de acuerdo con la propia entidad, el 79 % de la cartera de préstamos corresponde al sector público.
En cuanto a las áreas de destino de los fondos, más del 50 % se asigna a infraestructura productiva y energía, así como un 29 % adicional que incluye la infraestructura social, un sector tradicionalmente aupado por la Mayor de las Antillas.
