Autor: Adan Iglesias Publicado: 21/06/2021 | 09:39 pm
El envejecimiento poblacional es una realidad en Cuba, y sobre todo en Villa Clara, donde el 21,9 % de la población tiene 60 años de edad o más, temática de muchas aristas, entre las cuales sobresale el escenario del trabajo con una disminución de las personas económicamente activas.
Investigadores de las Ciencias Sociales en la central provincia cubana analizan variados ángulos de la problemática que atañe a la mayoría de los sectores de la sociedad, estudios asumidos con seriedad por el Gobierno en el territorio villaclareño.
Entre todas las sendas que se entrecruzan en el envejecimiento poblacional el espacio laboral muestra un alto grado de complejidad, de ahí que resulta imprescindible llevar a cabo una estrategia que permita el desarrollo sostenible, en las actuales condiciones.
Los científicos proponen una toma de conciencia sobre la situación por parte de directivos gubernamentales en cada municipio, con el objetivo de incentivar a los jóvenes hacia sectores que definen las principales líneas económicas.
Otra medida debe ser la orientación vocacional de las escuelas del territorio para inducir a las nuevas generaciones hacia los sitios de mayor urgencia, con vistas al progreso.
Por ejemplo, resulta conocido que muchos campesinos tienen edades avanzadas, aunque la ley sobre la Entrega de Tierras Estatales Ociosas en Usufructo ayudó a rejuvenecer la labor rural, pero aún es insuficiente.
La situación agropecuaria en la mirada al trabajo desde la dinámica demográfica es de los aspectos que se atienden en la provincia.
Otra óptica del asunto se refiere a que las personas de 60 años de edad o más, no envejecen hoy igual que hace tres décadas, favorecidas por el sistema de salud cubano.
Muchos de los integrantes del grupo etario más envejecido eran pequeños o muy jóvenes al triunfo de la Revolución en 1959.
Aquellos infantes y adolescentes alcanzaron una socialización diferente a otras épocas, porque estuvieron becados o desempeñaron roles importantes en la toma de decisiones de los años 70, 80 y 90.
Amén de un interés económico expreso, en la actualidad numerosos adultos mayores cuando llegan a la edad de jubilación no terminan su conexión laboral o la concluyen y se vuelven a contratar.
En una elevada cantidad de personas de 60 años o más se concentra un alto nivel de instrucción, y su utilización resulta de gran provecho, con las restricciones propias de la edad, en la actual condición poblacional.
El Código del Trabajo favorece el pluriempleo y contratos por tiempos parciales, que no siempre se usan, los cuales serían ventajosos en el caso de los adultos mayores.
Ante estos escenarios es imprescindible una saludable relación entre diferentes generaciones en los contextos laborales, porque tampoco los jóvenes de hoy son iguales a los de otros momentos.
Los estudios científicos recomiendan una buena correspondencia entre trabajadores de diferentes grupos etarios, para que se tengan en cuenta criterios de unos y otros, con el objetivo de alcanzar los más altos resultados productivos.
En el contexto actual, en medio del envejecimiento de la población, resulta preciso emplear todas las variantes para facilitar un desarrollo económico, equitativo y sostenible. (ACN)
