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Fidel Castro y su constante preocupación por la economía

Exhibió una constante preocupación por la economía y su desarrollo, su pensamiento estuvo integrado por la doctrina marxista de conjunto con la ética martiana


Viernes 02 de Diciembre de 2016 | 01:00:00 AM 

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Desde el emblemático documento La Historia me absolverá el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, exhibió una constante preocupación por la economía y su desarrollo, recuerdan hoy especialistas.

Su pensamiento estuvo integrado por la doctrina marxista de conjunto con la ética martiana, pues de esa conjunción partió su enfrentamiento a las medidas restrictivas económicas y comerciales de los Estados Unidos contra Cuba por más de 50 años.

De ahí que muchas de sus frases más significativas las recoja el sitio web enciclopédico sobre Cuba Ecured (ecured.cu), donde se expone un conjunto de sus ideas más importantes al respecto. Señala esa página, que Fidel reflejó el abismo de desigualdad entre los niveles de desarrollo de los países industrializados y los subdesarrollados fenómeno económico que continúa profundizándose.

Dijo que la deuda externa se convirtió en un obstáculo para el desarrollo, y calificó el hecho como la más moderna forma de dependencia neocolonial para los países subdesarrollados.

Aclaró que tal suceso agrava el intercambio desigual y profundiza el proteccionismo, lo que conlleva a la reducción de manera drástica de los flujos financieros externos para el desarrollo.

En consecuencia, vaticinó, el pago de la deuda externa ni puede llevarse a cabo en la práctica, ni lo resisten nuestros países, y constituye un imposible económico, político y moral.

Una de sus frases más emblemáticas, repetida a través de los años, está en Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre.

También significó en otra oportunidad que el intercambio desigual arruina a los pueblos, y por tanto la inflación que se exporta arruina a los pueblos pobres.

En ese panorama que conlleva calamidades, sobre todo de naciones de América Latina, bien encaja otra de sus frases más recurrentes, cuando dijo: “Los recursos financieros que reciben los países en desarrollo, son insuficientes! Y deben ser aumentados! ”.

La guerra y sus afectaciones a los pueblos tuvieron su espacio significativo en el problema del comercio de armas, y su impacto negativo. Al respecto refirió que los gastos en armamentos son irracionales, y los fondos empleados en ello deben ser destinados al desarrollo.

Muchos son los asuntos que el líder abordó desde el punto de vista de la economía, como es el caso de que el sistema monetario internacional predominante está en bancarrota y debe ser sustituido.

Sobre estos temas, su versatilidad es abundante, sobre todo en la advertencia acerca del abismo económico entre los países ricos y los que quieren desarrollarse.

Su insistencia al respecto grabó las mentes de muchas generaciones, con una actualidad sorprendente, sobre todo en momentos de la búsqueda de la paz en Colombia y otros sitios del mundo.

Por lo que se recuerda su frase: “Luchar sin descanso por la Paz, por mejorar las relaciones internacionales, por detener la carrera armamentista, por reducir drásticamente los gastos militares y exigir que una parte considerable de esos fondos cuantiosos sean dedicados al desarrollo del Tercer Mundo”.

De impagable calificó a la deuda externa el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en su discurso del 5 de agosto de 1985, en La Habana,  al clausurar el Encuentro de América Latina y el Caribe sobre ese tema. En aquella ocasión dijo: “…es impagable. Pero impagable por razones matemáticas, económicas, no implica un juicio moral del problema, o legal, o político del problema. Pero nosotros decimos también: es un imposible político. Los gobiernos no están en condiciones, en ningún país de América Latina, de aplicar esas medidas (de alto costo social) del Fondo Monetario Internacional, en ninguno; ni a sangre y fuego pueden hacerlo”.

Fidel habló aquel día de la necesidad de estudiar la estructura y el funcionamiento del capitalismo a nivel mundial, y su impacto sobre las economías de los países de la región, ya que el intercambio comercial desigual, las restricciones, la fuga de capitales, el estancamiento económico y la profunda dependencia, tornaban imposible el pago de la deuda.

“El problema es que los hechos demuestran que no es fácil pagar eso, ya que se requiere mercado, ¿y dónde están los mercados? El Fondo Monetario dice: ‘Todo el mundo a exportar’, pero qué es lo que van a exportar. ¡Ah!, ¿más café, más cacao, más azúcar, más carne? No, si les van a estar pagando menos cada vez por eso. Y exportar a dónde, si el proteccionismo se multiplica todos los días con medidas arancelarias y no arancelarias”.

Fidel definió a la deuda externa como un cáncer, “que se multiplica, que liquida el organismo, acaba con el organismo; y que requiere una operación quirúrgica”.

“El imperialismo ha creado esa enfermedad, el imperialismo ha creado ese cáncer, y tiene que extirparse quirúrgicamente, totalmente. No le veo otra solución”, aseguró en su discurso.

El Comandante en Jefe señaló que la solución a este mal no estaría solo en manos de la abolición o anulación de la deuda, sino que requería de la unión de los pueblos en desarrollo, para poder  hacer frente al imperialismo y sus intereses de dominación y explotación.

“Volveremos a estar igual, porque los factores que determinaron esta situación están ahí presentes. Y nosotros hemos planteado esas dos cosas muy asociadas: la abolición de la deuda y el establecimiento del Nuevo Orden Económico Internacional”.

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