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28 de Marzo  2024 

Guayaba avileña a la vista, no solo en barra

Más de seis millones de barras de dulce de guayaba producen las 21 minindustrias conserveras asentadas en áreas de la empresa estatal socialista agroindustrial Ceballos


Miércoles 23 de Noviembre de 2016 | 01:00:00 AM 

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Por fortuna, en Ciego de Ávila no ocurre con la guayaba como aquí mismo, o en otras provincias, con determinados productos: altos volúmenes productivos, pero distantes del poder adquisitivo de la mayoría de la población.

Las minindustrias avileñas fueron las primeras del país avaladas por la NC 512-2007. Más de seis millones de barras de dulce de guayaba producen las 21 minindustrias conserveras asentadas en áreas de la empresa estatal socialista agroindustrial Ceballos.

Correctamente envasado (en nylon o envoltura plástica), con buena presencia, sabor y precio asequible (8,80 pesos) ese producto está en puntos de venta abiertos a la población, como los que mantiene la empresa en la ciudad cabecera y en Morón, con independencia de los volúmenes que se comercializan en otras partes del país.

Ciego de Ávila tiene plantaciones de la fruta que aseguran el respaldo necesario, unas 1 100 hectáreas, con perspectivas de llegar a 2 000 en los próximos tres años, superficie similar a la que se espera tener en piña, de acuerdo con lo previsto en el programa de desarrollo.

A ello habría que sumar la experiencia y destreza que ya han adquirido quienes trabajan en esas minindustrias, sin incluir la principal instalación, conocida por la población como el combinado de cítricos de Ceballos.

Por último, no se puede desconocer la garantía que significa tener avaladas por la norma cubana NC 512-2007 todas las producciones que entrega esa red.

El volumen no es pequeño. Al cierre del pasado año superaba las 5 700 toneladas de productos, algo así como el equivalente a tres meses de procesamiento en el referido combinado, según la comparación realizada por Wilber Bringas Fernández, director general de la empresa.

Salvadora, en fin, frente a la debacle que sufrió la piña en el territorio (afortunadamente en proceso de ascendente recuperación hoy), la guayaba sigue afianzando su buen gusto, no solo en esas barras que ganan aceptación dentro y fuera de la provincia, sino también en forma de mermelada o en los cascos que tan bien le vienen al paladar, mucho más si se les convoya con un pedazo de queso, lo mismo en el hogar, en el comedor obrero o en el más apacible restaurante. (ACN)

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