Jueves
25 de Abril  2024 

Revalida Cuba su vocación ambiental

El país cumple los compromisos relativos a la reducción y eliminación paulatina y progresiva del uso de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO)


Miércoles 21 de Septiembre de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

A propósito del Día Internacional de la Protección de la Capa de Ozono, trascendió en La Habana un informe sobre los resultados del país en el cumplimiento de los compromisos con el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal, en los plazos y términos establecidos, y según los fundamentos de la legislación ambiental, que acompañan la actualización del modelo económico de desarrollo en Cuba. 

En el acto de conmemoración en el Memorial José Martí, en la  Plaza de la Revolución, Nelson Espinosa Pena, director de la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), expuso los avances de la nación antillana en las acciones referidas al Plan nacional de eliminación de las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO).

En marcha desde hace más de tres lustros y con las miras puestas en 2030, el programa constituye un reto para el sector industrial y productivo, y tiene en cuenta los proyectos de desarrollo de la Isla caribeña y su conducta responsable ante los acuerdos a escala global.

"En esta fecha en que se celebran en todo el orbe los relevantes resultados del Protocolo de Montreal, la Mayor de las Antillas lo hace con mayor exigencia y profesionalidad en la consecución de las metas concernientes a la eliminación de las referidas SAO, compuestos que en su mayoría actúan como potentes gases de efecto invernadero, por lo que su progresiva reducción es también un aporte al enfrentamiento y mitigación de los efectos del cambio climático", afirmó el directivo.

Cuba, tras cumplir con éxito la eliminación del uso de los clorofluorocarbonos (CFC), el tetracloruro de carbono y del bromuro de metilo, entre otras sustancias, ahora se concentra en los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), en un proceso acelerado de reconversión, sustitución y eliminación de esos dañinos elementos, para reducir su utilización en los diferentes sectores productivos, comerciales y de servicios.

Citó Espinosa la supresión casi total y en un tiempo muy breve de los CFC en la refrigeración doméstica, algo inédito en el mundo, pues ninguna otra nación ha logrado ese propósito de modo tan masivo, como ocurrió en la Mayor de las Antillas gracias a la Revolución Energética, emprendida en la primera década de 2000.

Ese proyecto permitió la sustitución de los aparatos electrodomésticos que empleaban los CFC, y propició además un considerable ahorro de combustible debido al menor gasto de energía, por ejemplo, de los refrigeradores distribuidos a la población.

Además de la refrigeración doméstica y comercial, se benefició con esa medida la fabricación de aerosoles farmacéuticos e industriales mediante la reconversión tecnológica de las plantas encargadas de producirlos, que pasaron a elaborarlos con propelentes ecológicos, y se facilitó la erradicación del uso de halones en los extintores de incendios.

Todo ello hasta lograr poner punto final a las importaciones de esos compuestos en los plazos establecidos.

También el bromuro de metilo se dejó de emplear en la rama agrícola como plaguicida en la fumigación de semilleros de tabaco y en cultivos protegidos, lo cual se reemplazó con la introducción de métodos biológicos alternativos de control de plagas, el uso de injertos y otras tecnologías más amigables con el entorno, y tampoco se aplica en el saneamiento de silos, almacenes e instalaciones de la industria alimenticia y en la transportación de mercancías.

Desde 2013 el país logró el congelamiento de la importación de los HCFC y ahora se apresta a la erradicación paulatina de su uso por las diferentes vías posibles, teniendo en cuenta que son muy empleados en la climatización y refrigeración industrial y, además de afectar la capa de ozono, acentúan el calentamiento de la atmósfera terrestre.

Durante el 2015 Cuba redujo en un 10 % el consumo de estos gases, mientras según el cronograma, para 2020 se prevé una rebaja del 35,55 %; 67,5 % en 2025 y 97,55 % en 2030.

Indicó el especialista que a largo plazo, y de forma progresiva, se procede a suprimir los HCFC del sector industrial del país, y en ese sentido varias fábricas y entidades se encuentran en proyecto para reconvertir sus plantas productivas.

Otro logro es el proyecto demostrativo de recuperación, recolección, transportación, almacenamiento y destrucción de SAO, que consiste en aniquilar el refrigerante contaminado y recuperado en gran parte durante el cambio de equipos ineficientes en la Revolución Energética, para evitar su emisión a la atmósfera.

Para ello se cuenta con una planta de tecnología japonesa en la fábrica de cemento Siguaney, en Taguasco, Sancti Spíritus, que ya está en marcha, tras una considerable inversión que permite destruir de forma ambientalmente segura todo el refrigerante nocivo recopilado.

Se organizan cursos de capacitación y entrenamiento de buenas prácticas de refrigeración y aire acondicionado y de reconversión de equipos a alternativas libres de HCFC, dirigido a mecánicos y técnicos de esta esfera, más otros para inspectores de aduana quienes se especializan en la detección de las SAO en frontera, entre otros conocimientos.

Otras acciones relacionadas con ese propósito son el comienzo de la reconversión de cinco empresas que fabrican espumas rígidas de poliuretano destinadas a la producción de paneles de aislamiento empleados en techos, paredes, sótanos, cámaras frías, salas refrigeradas, entre otros, a tecnologías libres de SAO no perjudiciales a la capa de ozono y de poca incidencia en el calentamiento del planeta.

La cosecha de éxitos incluye la reconversión tecnológica de la Planta de Aerosoles de la Empresa Farmacéutica Reinaldo Gutiérrez, única fabricante en Cuba de inhaladores de dosis metrada como el salbutamol y la fluticasona para el tratamiento del asma bronquial y otras enfermedades respiratorias agudas.

Con financiamiento del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, la inversión posibilitó sustituir los CFC por propelentes no dañinos al llamado escudo de la Tierra, en la obtención de tales medicamentos.

Se suma a la lista la creación de un nuevo laboratorio con equipamiento de última generación y la introducción y asimilación de una tecnología de avanzada que prioriza el cumplimiento de las normas internacionales de buenas prácticas de fabricación y la seguridad del proceso productivo, en concordia con el medio ambiente.

En total, más de 50 proyectos internacionales con gran impacto en el sector de la energía, la salud humana, la agricultura y la industria se han puesto en marcha en el país desde que se creó la OTOZ.

Con 21 años de creada, la Oficina forma parte actualmente del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía), perteneciente a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada, y asesora a los gobiernos en las diferentes instancias, a los organismos de la Administración Central del Estado, empresas y demás entidades del sector productivo, comercial y de servicio, en la implementación de acciones para eliminar las SAO.

Cuba es signataria del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (1985) y del Protocolo de Montreal (1987), ratificados en 1992 como instrumentos internacionales multilaterales para la eliminación de la producción y el consumo de sustancias dañinas al entorno natural.

Una Agenda para el bienestar del planeta

Myrta Kaulard, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD en Cuba, se refirió a la preservación de la capa de ozono como un desafío global que se refleja de manera transversal en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

Precisó que en esa plataforma estratégica global se integran los componentes económico, ambiental y social, indispensables para la sostenibilidad del planeta.

Es muy alentador constatar que Cuba enfrenta el reto de avanzar en un Plan hacia 2030 que reconoce la necesidad de alcanzar el desarrollo económico con pleno respeto al medio ambiente y, aseguró Kaulard la total disposición del Sistema de las Naciones Unidas para acompañar al país en esas prioridades.

En su mensaje a propósito del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, apuntó que el mundo ha cambiado desde la celebración anterior de esa fecha, pues ahora se cuenta con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que promueve el crecimiento inclusivo y equitativo y el bienestar de las personas y del planeta.

En cuanto al cambio climático, explicó que el Acuerdo de París marca un punto de inflexión histórico en el camino para lograr un mundo seguro y sostenible, pues ha llegado el momento de pasar de los ideales a la acción.

Anunció que en octubre, en Ruanda, los países asistentes tendrán la oportunidad de hacer frente a este dilema cuando las delegaciones se reúnan para alcanzar un consenso mundial.

 "Los problemas globales exigen soluciones globales", alertó Ban Ki Mon, al subrayar su confianza en que el mundo pueda superar todo obstáculo, como lo demuestra un grupo de naciones que han usado el Protocolo de Montreal para evitar hasta dos millones de casos de cáncer de piel al año y ahorrar a muchas más personas el sufrimiento de padecer cataratas.

Comparte esta noticia