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Las dañinas travesuras de un Niño gigante

El fenómeno climático El Niño amenaza con frenar la producción de azúcar global, mediante una sequía que ya afecta a Tailandia, el segundo exportador mundial, y a la India, el mayor consumidor del orbe, mientras que está provocando torrenciales lluvias e inundaciones en Suramérica


Jueves 14 de Enero de 2016 | 01:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda

La producción mundial de azúcar en 2015/2016 caería en 1,1 %, a 170,91 millones de toneladas desde los 172,75 millones de la temporada anterior, según la Organización Internacional del Azúcar (ISO por sus siglas en inglés), en tanto vaticinó que el consumo subiría en 2,4 %, a 173,40 millones desde los 169,39 millones previstos. El organismo aseguró que sus estimados se basaron asumiendo un clima neutral, pero añadió que los posibles impactos del fenómeno El Niño continúan siendo difíciles predecir.

El anuncio de un déficit global del dulce de 2,49 millones de toneladas en el período 2015/2016, pone fin a un quinquenio de superávit. Sin embargo, el organismo aclaró que una pérdida de la magnitud proyectada no ofrecerá un alivio significativo a las enormes existencias acumuladas en las últimas cinco temporadas. No olvidemos que en la actualidad, 70 % del suministro mundial del dulce proviene de la caña de azúcar, plantada en unos 15 millones de hectá-reas en más de 100 países de la región tropical y subtropical.

A pesar de todo, en 2015 el azúcar dio señales de recuperación al experimentar una notable alza de precios luego de dos años con caídas hasta de 25 % debido a niveles de producción récord. Sin embargo, la tendencia puede estar cambiando. Los precios del azúcar en bruto ICE subieron 36 % hasta alcanzar unos 14 centavos de dólar por libra a mediados de octubre de 2015, lo que contrasta con el mínimo de siete años de 10,44 centavos registrado en agosto último. Los analistas consideran que la tendencia continuará, respaldada por la caída del suministro de los principales productores del mundo.

No obstante, "una pronta retirada de los monzones en la India y el crecimiento de la producción de etanol en Brasil podrían ser factores lo suficientemente perturbadores para impulsar el mercado a un grave déficit, como sucedió en 2009, cuando el precio del azúcar subió 90 % en tan solo cuatro meses", advirtió el banco de inversiones británico Barclays.

Por ahora la producción de caña de azúcar en Brasil llegará a 59,0 millones de toneladas durante la cosecha 2015-2016, es decir, 18,6 millones más que en el ciclo anterior 2014-2015, de acuerdo con lo informado poco antes de concluir el año por la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica) brasileña, mayor productor del ramo a nivel mundial.

En la India, segundo mayor productor del mundo, el nivel de precipitaciones fue menor de lo esperado, lo que podría provocar una caída de la producción del "oro blanco" en 5 % este año. Barclays pronostica incluso que una grave sequía suscitada por el fenómeno climático de El Niño podría hacer transitar este año al país de exportador de azúcar a importador, trayendo a colación que la sequía en 2009 elevó los precios del azúcar a un máximo de 30 años.

En medio de este escenario, Brasil, mayor fabricante del dulce en el planeta, está aumentando la producción de etanol a partir de la caña de azúcar, cuya producción ha disminuido en los últimos años, con el consecuente cierre de 80 empresas productoras y 67 más en proceso. Mientras que en China, cuarto mayor productor, la cosecha está siendo perjudicada por una baja rentabilidad.

A río revuelto…

En medio del torbellino de precios desplomados en las materias primas en 2015, de repente los inversionistas volvieron a creer en el azúcar. Los precios del crudo acumularon un alza de 39 % a partir del 24 de agosto pasado (el mayor incremento del mercado desde 2011), y el volumen de transacciones en las bolsas de futuro alcanzó récord en septiembre.

Los avances son impulsados, al menos en parte, por una mejora de los fundamentos del mercado. El 2015 fue el primero donde la producción anual cayó por debajo del consumo mundial, contribuyendo a reducir el exceso de oferta que llevó en agosto los precios del azúcar a sus niveles más altos de los últimos siete años. Uno de los factores vinculantes al repunte fue la ligera recuperación frente al dólar de las monedas de productores importantes como Brasil e India.

Las oscilaciones de los costes, no obstante, también sirven como recordatorio de la tendencia de los inversionistas a abalanzarse sobre ofertas que consideran promisorias cuando la disponibilidad de crédito abunda y los retornos son escasos. A finales de noviembre, los precios a futuro llegaron a subir 12 % sobre los de las transacciones del mercado físico, según la proveedora de datos Platts, una señal que, de acuerdo con algunos operadores, sugiere que serán muy altos. "Se ha producido un completo desacoplamiento del mercado físico", subrayó al efecto David Martin, miembro gerente del fondo de cobertura Martin Fund Management, que administra cerca de 75 millones de dólares.

Las razones del auge la encontramos en que el azúcar empezó a despertar la atención del mercado a comienzos de 2015, cuando la devaluación del real (moneda brasileña) provocó un derrumbe de los precios. Tomando en cuenta que Brasil representa más de 40 % de las exportaciones de azúcar cruda, la caída de su divisa incentiva un aumento de la producción y, cual efecto dominó, desploma los costos.

Así las cosas, algunos fondos de cobertura macro, que toman posiciones según las tendencias macroeconómicas, aprovecharon la situación y empezaron a vender azúcar como una manera más barata de apostar a una depreciación del real, gravoso de pedir prestado debido a las tasas de interés de casi 15 % en Brasil. Desde entonces, la divisa brasileña ha recuperado parte de sus pérdidas, lo que condujo a los fondos a realizar enormes operaciones de cobertura.

Por otro lado, hoy el gigante suramericano opera alrededor de 420 ingenios de muy elevada producción de azúcar, rasgo que lo diferencia de la India, que con mayor cantidad de centrales produce menos toneladas. Precisamente en 2015 las 470 fábricas de esta última nación produjeron unas 26 millones de toneladas. Tal cifra superó 6,5 % a la registrada un año antes, a pesar de que 20 ingenios no trabajaron. 

En suma, la expansión de la caña de azúcar en Brasil se caracteriza por un gran control empresarial, conversión rápida y en gran escala de la tierra y un modelo industrial de producción basado en la explotación de la mano de obra y que las agroempresas suministren maquinaria moderna e insumos. El gigante suramericano deviene hoy epicentro del auge mundial de la producción cañera y, en el escenario internacional, se ha convertido en el principal proponente del etanol a partir de la gramínea, brindando financiamiento, inversiones y tecnología brasileña a todos los países del mundo que se involucren en producirlo.

Sin embargo, razones de espacio impiden tocar un tema cada vez más álgido: el gigante transgénico Monsanto ha clavado sus dientes en la producción de caña de azúcar transgénica, a lo cual comunidades de varias partes del mundo se interponen en ese camino, conscientes de enfrentar mayor riesgo de perder sus tierras por su expansión y su trabajo por la mecanización de la producción azucarera, como consecuencia de que sus cultivos tradicionales de caña se contaminen con transgénicos. Pero esto lo abordaremos en otro comentario.

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