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23 de Abril  2024 

Cuba se preocupa y ocupa

Por la escasez de agua en casi todo el país debido al déficit de lluvia (estimado en un 63 % en el primer trimestre del año), el suministro tiene prioridades, se abren nuevos pozos y se incrementan las conductoras, entre otras medidas paliativas


Miércoles 15 de Abril de 2015 | 12:00:00 AM 

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El déficit de lluvia en Cuba solo en el primer trimestre del año llegó al 63  %  del territorio nacional  y ha causado una severa sequía que afecta la disponibilidad de agua potable, fundamentalmente  en las provincias orientales.

Por esa razón se ha dispuesto priorizar el suministro del vital líquido en el orden siguiente: a los seres humanos y a la ganadería, riego agrícola y producción industrial de alimentos, la industria, la acuicultura en embalses, actividades recreativas y ambientales.

Las autoridades de Recursos Hidráulicos crean  puntos para la distribución, instalan  bombas en pozos aledaños a la zona urbana, abren  otros y construyen nuevas conductoras. Además,  mantienen vigilancia para no sobreexplotar las presas y cuencas de agua subterránea, y activan  los Grupos de Enfrentamiento de la Sequía para analizar y adoptar medidas que mitiguen los efectos en la población.

En comunidades  y asentamientos con serias carencias,  el abastecimiento  lo realizan camiones, pipas y otros medios de transporte.

Se insiste en la necesidad de ahorrar el agua, porque  aún en hogares y centros laborales abundan los salideros y llaves que gotean.

Situación en los territorios

En  la provincia de Santiago de Cuba  los embalses están deprimidos hace meses y en estos momentos se encuentran al 30,3 % de su capacidad.

Importantes inversiones hidráulicas se acometen para garantizar el vital líquido a los sectores residencial y estatal, como ocurre en la presa Gota Blanca y la micro presa La Campana.

También se ejecutan obras en el trasvase Mogote para aumentar el volumen de agua desde la represa Carlos Manuel de Céspedes hasta la Gilbert.

Recientemente se concluyó la conductora de 11 kilómetros desde la Presa Joturo hasta el poblado de La Maya, que ha permitido disminuir el ciclo de entrega a los consumidores.

Se suplen las afectaciones del suministro con pipas, establecen ciclos al sector residencial y la perforación y aforo de más de 90 pozos en las zonas de El Espaldillo, Huerto Escolar, El Carmen, Mar Verde y El Caney.

Con las presas solo al 29 % de llenado, el problema es más grave en Las Tunas, donde 381 comunidades -que tienen 112 000 habitantes- es  reciben  agua mediante  carros-pipa, y de igual manera se da de beber a unas 18 000 reses.

Ese territorio es de los más secos del país, con solo 1 038 milímetros de lluvia, promedio inferior en 88 puntos al de 30 años atrás.

Esa marcada tendencia al descenso ha ubicado a la sequía como el fenómeno hidrometeorológico que con mayor frecuencia e intensidad se manifiesta en esta localidad.

En tal coyuntura, funcionan puestos de dirección en la provincia y sus municipios, para concebir, implementar y concretar medidas encaminadas a un uso mucho más racional y eficiente del agua, proteger los embalses que tributan directamente al consumo de la población, asegurar el rigor higiénico y sanitario que demanda una situación así, propiciar la eliminación de salideros en redes y conductoras, activar nuevos puntos de carga para el abasto e integrar aún más las potencialidades de empresas y organismos.

De forma paralela, se incrementa por diferentes vías la información y orientación a la población y a grandes consumidores estatales, para evitar el uso indiscriminado y el derroche de agua.

La prolongada ausencia de lluvias en Guantánamo ha afectado casi 800 hectáreas de plantaciones de café en el municipio de Manuel Tames, pues las privó de las decisivas floraciones de febrero y marzo, y ha dañado 500 hectáreas de cultivos varios en esa zona, asiento del embalse Faustino Pérez.

Por otra parte, en  Ciego de Ávila miles de pobladores reciben agua en camiones-pipa y otros medios como medida de protección.

De igual manera se hace llegar ese recurso y alimento al ganado, en tanto se intensifica también el pastoreo y el traslado de vacas en ordeño hacia zonas bajas o al lado de ríos y arroyos.

Allí se sembraron el año anterior 2 952 hectáreas de caña de azúcar, yerba king grass y otros pastos para la alimentación de los animales, pero la falta de lluvia ha dañado parte de esas plantaciones y los potreros.

Los agroindustriales azucareros contribuyen con los rebaños al aportar melaza y miel-urea-bagacillo de los cuatro ingenios, además de paja seca y cogollo de los centros de acopio de la gramínea, a fin de contribuir al sostenimiento de los rumiantes. 

Por la poca agua almacenada en Sancti Spíritus, su Empresa Pesquera  realiza monitoreos constantes a los embalses e incrementa paulatinamente la captura de peces, con el fin de proteger la biomasa y evitar la sobrexplotación.

Aunque los especialistas del centro aseguran  que el panorama actual difiere de la situación vivida en el 2010 cuando se ejecutaron pesquerías intensivas por esa situación, Recursos Hidráulicos y la propia entidad siguen muy de cerca los principales parámetros de los acuíferos, sobre todo el Zaza.

 Más de 500 hectáreas plantadas con posturas de tabaco en las montañas de Villa Clara están seriamente dañadas desde finales de 2014. El 55 % de las vegas del municipio de Manicaragua reportan pérdidas por la falta de agua.

Estas siembras se fomentan en la modalidad de secano por no contar con sistemas de riego, y al no reportarse lluvias desde septiembre de 2014, disminuyen las reservas del líquido en la serranía y se deterioran los sembrados, aseveró.

En el resto de las provincias se registran daños similares, en mayor o menor intensidad, y  se enfrentan de igual forma. Sobresalen las tareas de prevención que  acometen el Cuerpo de Guardabosques y otras instituciones encargadas de la protección del patrimonio forestal, ante el incremento del riesgo de que se produzcan siniestros de este tipo.

Como es tradicional  en esta  etapa,  se incrementan los recorridos dentro del arbolado para detectar a tiempo cualquier indicio de siniestro o alguna indisciplina social, se colocan  señales informativas y  que prohíben  fumar,  realizar fogatas,  cocinar al aire libre, entre otras.

Además,  se activa el plan contra incendios, en el que intervienen los trabajadores y vecinos de las zonas boscosas, quienes   construyen  trochas protectoras, cortan malezas y eliminan  desechos combustibles.  (Agencia  Cubana  de Noticias)

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