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Sensible afectación al sector minero-energético

Las principales pérdidas del bloqueo de Washington a La Habana están vinculadas en lo esencial al tema de la reubicación de mercados


Jueves 23 de Octubre de 2014 | 12:00:00 AM 

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La prohibición de exportar a Estados Unidos cualquier producto "made in Cuba" ha forzado la creación de canales más costosos de distribución y otras medidas paliativas para el comercio de las producciones cubanas. En el sector minero-energético la industria del níquel y cobalto constituyen las áreas más golpeadas por la política genocida que mantiene  Washington hacia La Habana por más de medio siglo.

Lo anterior se refleja claramente en el sistemático recrudecimiento de la "estrategia de asfixia económica" y en el fortalecimiento e integración de las legislaciones y disposiciones normativas que rigen el andamiaje político, legal y administrativo en el que se sustenta esa política, así lo manifestó Rubén Cid Carbonell, viceministro de Energía y Minas, en el balance anual que realiza su organismo sobre las afectaciones que provoca el bloqueo en esa área estratégica de la economía.

El vicetitular subrayó que al no poder disponer de un mercado cercano al país, las producciones cubanas se han tenido que exportar a lugares alejados, lo cual provoca una diferencia de flete considerable y disminuye la ganancia de lo que se vende. Ello es una clara imagen de la estricta y agresiva aplicación de las leyes y normativas que tipifican el bloqueo, pues Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos.

Manifestó que entre los daños que provoca el bloqueo económico, comercial y financiero se encuentran las pérdidas causadas por fluctuaciones en las tasas de cambio, ante la imposibilidad de usar el dólar estadounidense en las

transacciones comerciales o tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países; a ello se añade la negativa al acceso de créditos en bancos de la nación norteña, de sus filiales en terceros países y de las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BDI).

El bloqueo provocó pérdidas a la industria cubana del níquel por más de 50 000 000 de dólares, desde marzo de 2013 hasta igual período de 2014 y sus principales afectaciones se centran en el área de la reubicación de mercados, al no poder acceder a empresas que por su naturaleza tengan algún negocio con Estados Unidos.

El directivo mencionó que "en muchos casos no podemos intercambiar con ellas, y en otros debemos hacerlo a través de intermediarios que le agregan un costo adicional a esas ventas. Todas las piezas de repuesto adquiridas por la Unión del Níquel u otros grupos empresariales del ministerio provienen de proveedores que se encuentran en Europa o China, hecho que encarece los costos de las mercancías", enfatizó.

La persecución a las transacciones financieras internacionales de Cuba ha sido uno de los rasgos más distintivos de la aplicación del bloqueo. Además de constituir el principal obstáculo al desarrollo económico y social del país, constituye  la limitación cardinal para una mayor expansión de los vínculos comerciales de Cuba con el mundo y pone un serio freno a la cooperación internacional que ofrece y recibe el país.

Onda expansiva de impacto social

El área energética también reporta múltiples afectaciones. La industria cubana de petróleo y gas es blanco constante de las medidas diseñadas por el Gobierno estadounidense para evitar su desarrollo, el acceso a las tecnologías de avanzada, a los productos petroleros y al financiamiento necesario para su crecimiento. En ese sentido, el propósito es paralizar el ramo y obstaculizar las modernizaciones, las actualizaciones tecnológicas, el acceso de piezas de repuesto y la participación en el proceso de innovación.

Según el viceministro, en la industria petrolera las plataformas de perforación que se empleen en la Isla no pueden tener más de

10 % de componentes de Estados Unidos, lo cual "dificulta considerablemente el financiamiento y la búsqueda de socios comerciales para el desarrollo de estas actividades económicas". La prohibición a empresas o filiales estadounidenses de brindar servicios petroleros o parapetroleros a Cuba es un elemento adicional de presión sobre la industria nacional. Las fusiones, compras y adquisiciones que normalmente ocurren entre las compañías internacionales de ese sector, muchas veces se traducen en el retiro de suministradores del mercado cubano.

El carácter extraterritorial del bloqueo no tiene ni reconoce fronteras. Los mecanismos en vigor para aplicar dicha política transgreden también los principios que rigen las relaciones económicas, comerciales, monetarias y financieras internacionales, así como numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales. Violan, además, disposiciones de entidades de integra- ción regionales y legislaciones de terceros países, incluidas las adoptadas tras la aprobación de la Ley Helms Burton en 1996.

Cid recordó que a finales de 2013 los medios de prensa difundieron la sanción que el Gobierno de EE.UU. impuso a la petrolera suiza Weatherford International Ltd. por haber realizado negocios con Cuba y destacó que a pesar de todos los intentos hoy el Ministerio debe trabajar con sagacidad para buscar nuevos socios comerciales y financieros.

También se registraron severas afectaciones en relación con la Unión Eléctrica, la persecución de Washington ha imposibilitado adquirir valiosas y cuantiosas piezas de repuesto para las termoeléctricas cubanas, debido a ello muchas están fueran de los ciclos de mantenimiento. Para palear esta sensible situación el vicetitular afirmó que "recientemente el país se ha involucrado en el mantenimiento de numerosas plantas térmicas cuyos accesorios provienen en su mayoría de importantes socios como Rusia y China".

"Aun así la recuperación de la industria eléctrica está en ascenso, a pesar de las afectaciones que provocó el período especial, y hoy laboramos en la instalación de tec- nologías de punta para disminuir el fraude eléctrico", precisó.

Ante la incertidumbre que provoca en la economía cubana los efectos gravitantes de las sanciones estadounidenses, el país hoy busca alternativas rentables y eficientes que permitan revocar las consecuencias de esa política. El fomento y desarrollo de las energías renovables es una opción que Cuba entreteje para sobreponerse a la crisis que por décadas  ha sufrido la matriz energética nacional.

Inversión extranjera: encontrar alianzas estratégicas

Con el propósito de encontrar y fortalecer alianzas estratégicas en el sector se abren nuevas oportunidades de negocios con la nueva Ley de Inversión Extranjera, así lo resaltó a la prensa Vivian Hictman Miranda, directora de Regulación y Control del ministerio de Energía y Minas, quien expuso que la nueva legislación prevé numerosas oportunidades de negocios, fundamentalmente las vinculadas a la industria petrolera y el sector de la electricidad. En ese sentido, la venidera Feria Internacional de La Habana (FIHAV) constituirá la ocasión oportuna para que los distintos grupos empresariales del organismo expongan una detallada cartera de negocios.

La directiva insistió que en la rama petrolera las principales atracciones de capital foráneo radican en la exploración de riesgo y producción compartida en áreas terrestres, así como también en aguas someras, profundas y ultraprofundas. En las aguas someras hay identificados 39 bloques, de los cuales 29 están disponibles para las inversiones, mientras que en la Zona de Desarrollo Económica (ZDE) -en la que se han estimado cerca de 20 millones de barriles- se cuenta con 59 bloques en total y de ellos 50 están disponibles para las asociaciones internacionales que deseen invertir. Hictman precisó que la duración de estos contratos en bloques terrestres y aguas someras se prevé por 25 años, en tanto en la ZDE la explotación contempla 30 años para el petróleo y 35 para el gas.

Por otro lado, en la industria del níquel -cuyo epicentro es el oriental municipio de Moa-, se han identificado pequeños yacimientos en otros territorios como Pinar del Río, en San Felipe y Pinares de Mayarí, los cuales también pueden ser propicios para la actividad inversionista.

Refiriéndose a la industria eléctrica, la funcionaria significó que Cuba basa sus oportunidades ante la necesidad de cambiar la matriz energética nacional, para lo cual está contemplada la nueva Política para el Desarrollo Perspectivo de las Fuentes Renovables y el uso Eficiente de la Energía, la cual contiene entre sus acápites la alianza con capital internacional.

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