La disciplina que va regulando el régimen general de la navegación en Cuba, su mar territorial, zonas contiguas y económicas, entre otros aspectos, adquiere vital respaldo con la aplicación de la Ley de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre de Cuba tras la aprobación por la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado año.

Así lo corroboraron diputados de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos del Parlamento cubano, en su más reciente sesión de trabajo, quienes chequearon la implementación de ese cuerpo legal No. 115 y su Reglamento, el Decreto 317, publicados por la Gaceta Oficial en octubre de 2013.

Al respecto, Lázaro Manuel González Marrero, viceministro de Transporte encargado del área marítima, explicó a los parlamentarios sobre las actividades legales y organizativas realizadas de conjunto por el Mitrans y Ministerio del Interior (Minint) para el uso de ese texto, que entre las primeras acciones les permitió enfrentar el abandono de buques de armadores extranjeros en puertos cubanos.

De esa forma, con el respaldo de la Ley, el Grupo de Trabajo creado por el Mitrans ya dictaminó el destino final de nueve medios navales con expedientes habilitados por Capitanías de Puertos donde estos entorpecían las operaciones productivas y de servicios,  los cuales tras la evaluación correspondiente recibieron la Declaración Administrativa de Abandono.

González Marrero declaró a OPCIONES que se ha logrado restablecer la disciplina no solo de armadores extranjeros, cuyos buques han recalado a puertos cubanos, sino también del sector privado del país, quienes han mostrado mayor disciplina para inscribir en tiempo y forma sus embarcaciones, asegurando además su uso adecuado.

“También, agregó, cuidan que sus barcos cumplan normas de seguridad apropiadas para poder hacerse a la mar y en eso se ha logrado una disciplina tanto en el sector privado como estatal, y sobre todo de los armadores extranjeros que hoy respetan mas el uso de las aguas cubanas.

“En el caso de los buques de armadores extranjeros reflejados en la Declaración Administrativa de Abandono, ya se cumplió toda la parte administrativa legal y ahora viene una tarea más complicada, consistente en el destino final que deben tener esos barcos, la mayoría consignados a la recuperación de materia prima para aprovecharlos como chatarra.

“Algunas de esa naves, comentó, dado el mal estado técnico en que se encuentran, requerirán de operaciones muy complejas y difíciles, hasta el empleo de grúas flotantes, embarcaciones y medios tecnológicos de avanzada para poderlos reflotar y remolcarlos luego hasta el Centro Nacional de Desguace de Bahía Honda, en la costa norte de la provincia de Artemisa”.

Normas universales

El Viceministro aclaró que no ha existido ninguna reclamación legal por parte de armadores extranjeros sobre tales decisiones, “porque hemos sido muy cuidadosos para la aplicación de la Ley en los momentos y términos establecidos, cuyo texto se corresponde con las normas universales establecidas por la Organización Marítima Internacional (OMI) y todos los acuerdos gubernamentales suscritos por Cuba.

“Sin dudas, reiteró, esta Ley contribuye a una mayor disciplina del tráfico marítimo en el orden interno como internacional; proporciona al país un cuerpo legal para enfrentar el abandono de naves en su jurisdicción que obstaculizan y restringen operaciones en instalaciones portuarias, entre otras acciones”.

Los Diputados coincidieron en que se trata de un documento legal acorde con las actuales transformaciones económicas que lleva adelante la nación, que contribuirá a normar y regular sus operaciones de exportación e importación, las cuales se realizan fundamentalmente por la vía marítima.

La referida legislación, fruto de más de 15 años de trabajo de especialistas del Ministerio de Transporte y del Minint, también forma parte de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados por los comunistas cubanos en su VI Congreso.

El ejercicio de la potestad de esta ley y normas que la complementan, se ejecuta por el Gobierno de Cuba, mediante los ministerios de Transporte y del Interior, conforme a las funciones que les son inherentes.