Miércoles
24 de Abril  2024 

Soporte de una agricultura más sustentable

Sus resultados son de extendida aplicación en todo el archipiélago cubano y tienen como beneficiarios a los agricultores asociados a las diferentes formas y tipos de producción agropecuaria  


Jueves 27 de Septiembre de 2012 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

Contribuir a la prevención y disminución de los riesgos y pérdidas por plagas sin afectar al medio ambiente sobre una base sostenible es el lev motiv del equipo de trabajo del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), líder en control biológico en el país y destacado por su contribución a una alimentación más saludable.

Con más de 30 años de aportes a la agricultura cubana, constituye el soporte científico-técnico y metodológico del servicio estatal de Sanidad Vegetal, principalmente en el diagnóstico y vigilancia fitosanitaria, la introducción y producción de medios biológicos, la implantación de Programas de Manejo Integrado de Plagas y ensayos analíticos para el monitoreo de la calidad y los residuos de plaguicidas.

El Dr. Emilio Fernández Gonzálvez,  director de la entidad, ponderó el talento humano con que cuentan por su elevada competencia y calificación científico-técnica y profesional, avalada por más de tres décadas de experiencia, que ha permitido una estrecha vinculación de los resultados con la base productiva -los laboratorios en cada provincia, las estaciones de protección de plantas, los agricultores y técnicos- al aplicar con todo rigor  las innovaciones que soportan el avance del agro cubano.

Es el INISAV, rector científico y metodológico de la sanidad vegetal en la ínsula caribeña y además, entidad de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de la Agricultura. Pertenece al sistema nacional de ciencia e innovación tecnológica agraria del polo científico del oeste de la capital.

Creado en diciembre de 1976, es adalid en la generación de tecnologías sostenibles y servicios científico-técnico de excelencia, referido al manejo de plagas, en lo que promueve los enfoques integrales y la conservación del entorno natural, basados en su prestigio y reconocimiento nacional e internacional, gracias a sus notables resultados.

Según explicó la Dra. Berta Lina Muiño García, subdirectora del Área de Desarrollo Institucional, estamos desarrollando alianzas estratégicas con LABIOFAM para la producción y comercialización a gran escala de productos biológicos. Como entidad de ciencia e innovación tecnológica, se dedican además a la vigilancia fitosanitaria y el estudio y validación de alternativas de manejo de plagas y desarrollo de procesos de innovación, de metodologías de asistencia técnica y prestación de servicios a los sistemas agrarios.

Insistió en las líneas de desarrollo del INISAV en respuesta a las nuevas demandas del sector agrario, en lo referente a la gestión de la innovación institucional y el desarrollo de carpetas de competencias tecnológicas, estudios de mercado, y sistemas de gestión de la calidad que ya se implementan y deben certificar en un futuro cercano según las normas ISO 9001.

"Un proceso inmediato de acreditación de las líneas de análisis químico por la norma ISO 17 025 próximamente estará listo para validar los servicios vinculados a plaguicidas químicos y es el centro del país que presta sus laboratorios de química con esos fines, pues, por ejemplo asumen los análisis de calidad de las mieles de exportación que se comercializan en mercado europeo".

Gestionan la red de diagnóstico fitosanitario, los sistemas de pronósticos, riesgos, vigilancia y bioestadísticas, generan tecnologías y cuentan con estrategias de manejo de plagas flexibles hacia todas las formas productivas, para lo cual disponen de estas tecnologías implementadas en los cultivos de importancia agrícola en el país.

Señaló que el primer beneficiado fue el tabaco pues ya en la década de los 80 del pasado siglo, se había validado un programa con la combinación de diferentes tecnologías para controlar las plagas a partir del manejo de cultivos, el uso de las variedades, estudios de comportamientos de riesgos, entre otros que condujeron a una reducción casi por debajo de la mitad de los  plaguicidas químicos que se empleaban en estos sembrados.

Otro punto a favor está en su aporte al programa nacional de agricultura urbana y suburbana, en el que se impone un manejo con enfoque agroecológico integrador para obtener cosechas de calidad destinadas al consumo sano de la población.

Desarrollan productos con una capacidad competitiva muy grande, capaces de suprimir la influencia de entes nocivos muy peligrosos en los cultivos, tal es el caso del Tricosave, de mucha aceptación y demanda por los agricultores.

Su favorable impacto  medioambiental se manifiesta incluso en la ejecución y coordinación de proyectos internacionales como el de la eliminación de sustancias agotadoras de la capa de ozono, en lo que Cuba es fiel cumplidora del Protocolo de Montreal, pues ya desde 2008 se declaró oficialmente libre del uso del bromuro de metilo, con la incorporación de productos y tecnologías amigables con la madre natura.

Además del manejo, gestión de la vigilancia de los bioplaguicidas, se desarrollan todas las normativas a nivel nacional para la regulación de los compuestos químicos en el país y cuentan con otra unidad experimental ubicada en Alquízar, provincia de Mayabeque, en la cual disponen de una fábrica que produce un rodenticida muy eficiente, el Tropirat, a partir de un ingrediente químico pero con muy buena formulación y características que contribuyen a su aceptación y actual empleo a nivel comercial.

El Dr. Jesús Jiménez Ramos, quien está al frente de la ciencia e innovación tecnológica y del programa nacional de control biológico, explicó que se sustentan en la experiencia del INISAV y de otras entidades afines y tienen incorporadas 16 tecnologías de reproducción de bioplaguicidas generadas por el INISAV hasta la fecha, más 22 metodologías para la reproducción de artrópodos benéficos (lo que se conoce como entomófagos o controladores biológicos a partir de insectos ácaros como parasitoides y depredadores de plagas).

Cuentan con 180 centros reproductores ubicados en entidades agropecuarias del Ministerio de la Agricultura y en las cooperativas de producción agropecuaria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), más otros 30 que forman parte de AZCUBA, Grupo Empresarial del Azúcar y ahora se incorpora LABIOFAM al programa  como entidad productora de biológicos, con la cual mantienen una estrecha cooperación, en la obtención de bioplaguicidas para el control de plagas y enfermedades.

El directivo puntualizó que el INISAV garantiza todas las cepas y biotipos de organismos empleados en los procesos a todos los niveles a partir de un sistema de vigilancia de estas creaciones para que llegue al productor con la calidad requerida y sean eficientes en el control de plagas.

Entre los productos insignias, junto con otros controladores biológicos por su elevada demanda, mencionó el TRICOSAVE- 34, un biofungicida de gran demanda que controla fitopatógenos de suelo en cultivos como la papa, frijoles y hortaliza.

Se suman a la lista el Vertisave para el control de mosca blanca y otros insectos dañinos y el Thurisave para varios insectos y ácaros, los cuales son componentes de un sistema integrado de manejo de plagas en prácticamente todos los cultivos del país, como parte del esfuerzo por elevar las capacidades de producción del país y satisfacer las demandas y sustituir importaciones en la rama por esta vía.

Comparte esta noticia