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Cambio climático, el gran desafío global

Reconocen que las pérdidas económicas ocasionadas por los desastres vinculados con fenómenos meteorológicos y eventos extremos en general, están en aumento a nivel mundial. Las mayores afectaciones se concentran en los países subdesarrollados y, los pequeños estados insulares como los del Caribe, están entre los más vulnerables


Jueves 26 de Abril de 2012 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

La humanidad debe prepararse para enfrentar olas de calor asfixiante, records de altas temperaturas, intensas y abundantes precipitaciones, incremento de fuertes vientos en huracanes, así como del aumento del nivel del mar con nefastas consecuencias.

Con el fin de evaluar la gestión de riesgos y desastres y formular medidas de enfrentamiento a ese desafío global sesionó en La Habana el Taller Regional de Divulgación del Informe Especial elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), relativo a eventos extremos.

Académicos, especialistas, funcionarios y representantes de organismos internacionales asistieron para intercambiar sobre las valoraciones incluidas en el texto, que previenen sobre la ocurrencia de desastres meteorológicos más intensos y con un elevado costo social y económico.

Complacidos de efectuar este encuentro en la capital cubana, los del IPCC centraron el debate en el citado documento, elaborado por ese grupo, fundado en Ginebra, Suiza, en 1988.

Otras reuniones con igual propósito se realizarán en Europa, Asia y África, para que la comunidad científica, los políticos y demás actores involucrados puedan sacar el máximo provecho a las investigaciones incluidas en el informe, confeccionado por unos 200 expertos de más de 60 países.

El conocido también como Panel de Cambio Climático ha completado hasta la fecha cuatro ciclos de evaluaciones integrales y fue merecedor del Premio Nóbel de la Paz en 2007, por sus esfuerzos para construir y promoverán mayor conocimiento sobre ese suceso, provocado por el hombre y su conducta irracional ante el medio ambiente, además de proponer las medidas para contrarrestar sus nefastos efectos.

Cómo y cuánto el cambio climático influye en el desarrollo de eventos extremos en cada zona del planeta y las acciones para enfrentarlos son preocupaciones que le quitan el sueño a cientos de especialistas en todo el orbe, entre quienes se encuentra Christopher Field, co-presidente del Grupo de trabajo II del IPCC.

En el Taller el experto opinó que en cuanto a ese fenómeno, las naciones del Caribe, por ejemplo, deben conocer muy bien los problemas asociados a este y el manejo de riesgos en sus poblaciones, muy vulnerables a tales sucesos, como es el caso de la elevación del nivel de mar.

La intensidad y severidad de los ciclones tropicales aumentarán en los años venideros, lo cual Cuba y la región deberán enfrentar lo mismo al evitar y prevenir sus consecuencias que al delinear y ejecutar programas de recuperación, ante los efectos, ya sean leves o de mucha gravedad.

Informe Especial sobre eventos extremos

América Santos Rivera, vicetitular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), calificó el taller como un hecho de trascendental importancia para el Caribe debido a la alta vulnerabilidad a los eventos extremos climáticos que presentan sus sistemas naturales y muchos sectores socioeconómicos.

Se refirió al Informe Especial sobre la gestión de los riesgos de los eventos extremos y los desastres naturales para avanzar en la adaptación al cambio climático, realizado por  los Grupos de Trabajo I (Bases científicas) y II (Impactos y adaptación) del IPCC, el cual cuenta con el respaldo de más de 190 países y pretende llamar la atención  y tener en cuenta las necesidades de información de los responsables políticos, el sector privado y la sociedad civil sobre los fenómenos meteorológicos y sus riesgos.

Ese documento consta de nueve capítulos que analizan los eventos extremos  como una nueva dimensión para el riesgo de desastres junto a la exposición y la vulnerabilidad, además de evaluar los cambios observados de los extremos del clima en el medio físico natural, los sistemas humanos y los ecosistemas, así como sus impactos, pérdidas económicas, proyecciones futuras y el enfrentamiento en el ámbito local, nacional e internacional, mediante diferentes escalas.

El estudio presenta temas claves para lograr un futuro sostenible y examina varios casos de estudio, referidos a experiencias pasadas, con la novedad esencial de abordar de manera integrada la variabilidad y el cambio climático inducidos por la acción del hombre, la evaluación del riesgo de desastres y las posibles medidas de adaptación.

Se basa el texto, además, en una evaluación exhaustiva de más de 1 000 publicaciones científicas, que reconocen al cambio climático como una de las mayores amenazas medioambientales, sociales y económicas a las que se enfrenta el planeta en la actualidad.

"Se producen cambios profundos en los sistemas de vida de la Tierra que tendrán efectos trascendentales en las próximas décadas y, según se prevé, las mayores afectaciones se concentran en los países subdesarrollados, en particular aquellos más pobres y vulnerables, los cuales requerirán acceso a tecnologías idóneas y a financiamiento nuevo y adicional para hacer frente a este reto socioeconómico y ambiental", indicó la viceministra.

Reto que implica afrontar el aumento con mucha rapidez de la temperatura del globo terráqueo, debido a las emisiones de los gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación (desde 1850, la temperatura media de la superficie ha aumentado 0,76 ºC, y la mayor parte de ese incremento  se ha producido durante la última mitad del siglo XX).

En los últimos 50 años, el cambio climático ha provocado variaciones en los fenómenos extremos como las olas de calor, el registro de altas temperaturas y, en muchas regiones, fuertes precipitaciones.

Los expertos del IPCC confirman en este Informe Especial, que las olas de calor se han vuelto más severas en el sur de Europa y el Mediterráneo, mientras que no lo son tanto en el centro y norte del Viejo Continente, y en cuanto a las precipitaciones, las fuertes lluvias aumentarán al este de África, contrariamente al sur del continente y en el Sahara.

Río + 20 y los grandes desafíos

Solucionar los graves problemas globales a los que se enfrenta la humanidad  plantea un doble desafío, según aseveró la funcionaria en su discurso durante el taller regional en La Habana sobre cambio climático.

"La única forma de evitar que se produzcan consecuencias catastróficas es reducir cuanto antes y de manera sustancial las emisiones mundiales, por ello, la primera prioridad de la estrategia global para controlar el cambio climático es impulsar  una rápida transición hacia economías con bajas emisiones de carbono", subrayó Santos.

Apuntó que en el contexto de los trabajos preparatorios de la Cumbre de Río + 20, se evidencia que las negociaciones multilaterales sobre medioambiente y desarrollo en general y, sobre cambio climático, en particular, han estado marcadas por la lentitud, fragmentación y falta de voluntad política de los principales responsables históricos.

"Negociaciones que deben preservar su marco multilateral y además tener debidamente en cuenta los criterios de equidad y el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas", acotó.

En correspondencia con las propuestas de la Alianza de Pequeños Estados Insulares,  Cuba apoya   limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel  inferior a 1,5 ºC, en relación con  la de la era preindustrial, pues a partir de ese indicador se incrementa sustancialmente el riesgo de cambios irreversibles y potencialmente catastróficos en el medio ambiente global.

Se reconoce también que las pérdidas económicas de los desastres relacionados con fenómenos meteorológicos y climáticos están aumentando pues estos tendrán mayores impactos en el futuro en sectores claves tales como la agricultura, el turismo y en lo referido al agua, entre otros.

Varios son los países que se encuentran con graves problemas para hacer frente a los desastres climáticos y, aunque los factores ambientales y sociales que influyen en el riesgo varían de región a región, muchas de las estrategias eficaces de enfrentamiento son similares, tal como aduce el Informe.

Cuba, contribución y ejemplo

La experiencia cubana al respecto se reconoce en todo el orbe, en especial  el Sistema de alerta temprana de ciclones tropicales con el que se han logrado reducir drásticamente las muertes y pérdidas materiales, gracias también a las medidas de respuesta efectivas, que permiten evacuar a tiempo a las poblaciones expuestas para trasladarlas a los refugios de emergencia.

El éxito de la mayor isla antillana se basa en las evaluaciones de los peligros, vulnerabilidad y riesgo y de sus principales impactos ante la ocurrencia de desastres.

Importante contribución ha realizado el Servicio Meteorológico cubano en el desarrollo de las ciencias atmosféricas. Entre los resultados de las investigaciones en el Instituto de Meteorología sobresalen los servicios al público y la implementación de aplicaciones primordiales como son el aviso temprano de sequías meteorológicas y agrícolas; la alerta temprana de condiciones favorables para la ocurrencia de incendios forestales; la identificación de los lugares óptimos para el empleo de fuentes renovables de energía y el aviso oportuno de posibles afectaciones a la salud de la población.

Con el respaldo del progreso científico y técnico, el mencionado Servicio automatizó, con mínimos recursos, los radares de la Isla, cual herramienta fundamental para la alerta temprana, al reducir significativamente los tiempos de operación y hacer disponible la información de forma inmediata.

La adaptación, mitigación, reducción de riesgos y la respuesta a desastres en Cuba son el resultado de un largo recorrido y han estado en clara relación y dependencia de procesos de fortalecimiento de la seguridad humana, mediante la recuperación y el uso sostenible de los recursos naturales, el acceso al agua para consumo humano, el incremento de la productividad de las tierras gracias a la agroecología, la inversión social sostenida y la construcción de un amplio tejido organizacional central y local.

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