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Se fortalece la posición contra el ALCA

Más de 1 200 representantes de fuerzas progresistas de América se dieron cita nuevamente en La Habana para continuar denunciando las maniobras anexionistas de los Estados Unidos y trazar nuevas estrategias de lucha que desarticulen la mal llamada Area de Libre Comercio para las Américas, en el III Encuentro Hemisférico de lucha contra el ALCA, al que asistió el Presidente cubano


Sábado 31 de Enero de 2004 | 12:00:00 AM 

Autor

Marta Veloz

Quien haya sido testigo de los tres Encuentros hemisféricos de lucha contra el ALCA desarrollados anualmente en Cuba, habrá apreciado cómo las fuerzas encabezadas por la Alianza Social Continental se enfrentan a la instrumentación de esa arbitrariamente denominada Area de Libre Comercio para las Américas, y cómo han ganado en organización para defender a sus naciones ante el intento anexionista que trata de enmascarar Estados Unidos.

La cita de este año fue de más precisión y relevancia, teniendo en cuenta que el 2004 es el último tramo para impedir que en el año 2005 se llegue a la meta deseada por el coloso del norte de tomar definitiva y totalmente de manera jurídica a América Latina como su apéndice. Sus maniobras están siendo desenmascaradas a la luz pública por y ante quienes sufrirían las peores consecuencias de los “beneficios” del ALCA. Organizaciones juveniles, religiosas, de defensa de los intereses de las mujeres; economistas; fuerzas sindicales, progresistas y antineoliberales y empresariales, entre otras, se han encargado de hacerles perder “su capacidad de convencer respecto a la bondad de su proyecto de libre comercio”, como plantea el documento de la Declaración de la Campaña contra el ALCA.

Ante ese inesperado revés en la reunión efectuada en Miami de Cancilleres de países que negocian el ALCA, surgió un cambio de diseño del proyecto original de ese engendro, que ahora denominan ALCA “suave”, unido a la propuesta de realizar acuerdos bilaterales de libre comercio. “El proyecto anexionista ha cambiado de forma y de procedimientos, pero mantiene su esencia”, alertó en su intervención Osvaldo Martínez, presidente del Comité Organizador del encuentro y director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Muchos otros participantes abundaron sobre el peligro de esta nueva estratagema, como el eminente economista mexicano Jaime Stay, quien alerta sobre el peligro de los tratados bilaterales que fragmentan las negociaciones en aras de lograr concesiones a favor de los intereses planteados por el ALCA, a la vez que aíslan a los países de la región que están mostrando mayores niveles de resistencia y de dudas respecto a los objetivos norteamericanos. Los representantes de los movimientos sociales anti ALCA reunidos durante cuatro días en el Palacio de Convenciones en La Habana, se sumaron a la nueva estrategia de lucha contra el ALCA que lanzó allí la Alianza Social Continental, concebida para este año definitorio.

Los objetivos básicos de este plan de acción son descarrilar las negociaciones del ALCA en todas sus versiones: a la carta, suave o integral; fortalecer de manera decisiva la campaña contra el ALCA vinculada a las luchas populares en todos los países; detener y/o luchar contra los tratados de libre comercio bilaterales o subregionales y contribuir al movimiento mundial contra la guerra y el libre comercio en todos sus escenarios, así como profundizar en el proceso de construcción de una integración alternativa para el continente.

Todas las razones enmascaradas que llevaron al Gobierno norteamericano a proponer el ALCA, y las incidencias nefastas de este sobre cada sector poblacional de la región, sobre la economía y la independencia de cada país, fueron abordadas ampliamente por los participantes en los distintos paneles que sesionaron en la cita, a la que asistieron más de 1 200 delegados. Paradójicamente, la mayor delegación fue la de EE.UU., también muy nutrida en los encuentros anteriores, y como era de esperar, las de Venezuela, Brasil y Argentina.

Se ratificó como estrategia continuar haciendo público el real objetivo de Estados Unidos con respecto a la región latinoamericana, que como dijera el argentino Atilio Borón, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, fue enunciado hace un siglo por patriotas como Simón Bolívar y José Martí. Citando a este último, recordó: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a sembrar de miseria a las Américas en nombre de la libertad”. Destacó el rasgo cultural muy arraigado en las clases dominantes de ese país que advirtió Martí, de actuar en consecuencia con “el derecho bárbaro”, de que “esto es nuestro porque lo necesitamos”… y quien se oponga a esas pretensiones de apropiarse de lo que se le venga en gana, se convierte en un enemigo, en un terrorista que hay que aniquilar.

Suscribiendo ese mismo enfoque, Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de México, señaló en su ponencia que EE. UU., haciendo gala de ese derecho bárbaro y pretendiendo que ayuda a América con el ALCA, trata realmente de anexársela, como una forma de neutralizar la competencia de mercado en esa área, frente a Europa y Asia. Ya dueños absolutos de la región, la utilizarían a su antojo para aliviar el déficit comercial de su economía, que se calcula haya ascendido en 2003 a la colosal suma de 500 000 millones de dólares.

En denuncias como esa han salido a la luz los principales intereses estadounidenses, como el de apoderarse de renglones estratégicos que posee América Latina, fundamentalmente el petróleo y el gas, el agua y la biodiversidad.

Baste recordar que América Latina tiene, aproximadamente, el 15 % de la producción mundial de petróleo y gas y el 11 % de las reservas mundiales, recursos que le quedarían a la mano por la cercanía geográfica, pues de esa región actualmente EE.UU importa casi el 40 % del petróleo que consume.

Debe tenerse presente que las reservas de ese combustible en el territorio norteamericano se calculan para solo unos diez años. Se estima que la tercera reserva acuífera en el mundo se concentra en América Latina, en grandes zonas como la Amazonia y la Cuenca del Iguazú. La biodiversidad de América, que tiene el 40 % de las especies animales y vegetales conocidas a nivel mundial, es otro botín que aprovecharían las grandes trasnacionales de la biotecnología y la industria farmacéutica. A todo ello se suma el interés estratégico que representan para Estados Unidos las bases militares dispersas en la región.

La resistencia contra el ALCA se hace más fuerte. Las estrategias de lucha salieron fortalecidas de este encuentro. Muchos participantes son partidarios de que el ALCA sea detenida, otros consideran que puede posponerse su aprobación y que de aprobarse, no sería su versión original. En lo que todos coinciden es en que, de aceptarse, sus propios promotores serán fuertemente perjudicados, pues el escenario en que trataría de implementarse el ALCA sería el de “una América bullente de movimientos sociales opositores y no la sumisa tierra que pensaron se tragaría el anzuelo”, como afirmase el líder indígena boliviano, Evo Morales.

Los contundentes planteamientos de los delegados le hicieron recordar al Presidente cubano Fidel Castro las constantes agresiones y maniobras del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano en los 45 años de Revolución, según expresó en la sesión final del evento.

Posiciones de la resistencia que se sigue organizando para detener el ALCA fueron recogidas en la Declaración Final del encuentro, que llama a construir una gran jornada continental de lucha para encarar la Reunión Ministerial del Área de Libre Comercio para las Américas, prevista este año en Brasil.

Igualmente se anunció para abril de 2005 en La Habana la celebraciòn del IV Encuentro Hemisférico de lucha contra el ALCA.

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